Tribunal neerlandés absuelve a un hombre encarcelado 14 años injustamente

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La Haya.- Un tribunal neerlandés absolvió este lunes a un hombre que ha estado encarcelado 14 años bajo la acusación de homicidio involuntario de su novia en el año 2000, después de que se haya establecido que «no hay indicios convincentes» de que estuviera involucrado en su muerte, y que podría tratarse de un suicidio.

El tribunal de la ciudad de Arnhem confirmó el error judicial y absolvió a Rob B., un hombre que hoy tiene 64 años, de homicidio involuntario de su novia de 37 años, un cargo por el que estuvo hasta 2017 en prisión (5 años) y en tratamiento psiquiátrico obligatorio (9 años), aunque todavía está interno en una clínica psiquiátrica.

La pareja convivía en la localidad de Rosmalen (Brabante) y ambos tenían problemas psicológicos: el 10 de abril de 2000, él llamó a la policía para avisar de que se había encontrado muerta a su pareja, con cortes en el cuello, y los expertos aseguraron que era poco probable que ella misma se los hubiera hecho, lo que, sumado a salpicaduras de sangre en la ropa de Rob, sirvieron para señalarlo como perpetrador.

Aunque durante las últimas dos décadas mantuvo su inocencia, en 2004 Rob fue condenado por un tribunal de Bolduque (Den Bosch), y luego, en apelación, recibió una condena de casi una década de tratamiento psiquiátrico obligatorio (TBS, en sus siglas en neerlandés), una pena dictada para personas con problemas mentales que cometen delitos graves.

Pero siempre hubo dudas sobre este caso, muy mediático en Países Bajos, y una solicitud de revisión en 2016 llevó al Instituto Forense a concluir que fue probablemente un suicidio, y el testimonio de un médico de cabecera planteó la posibilidad de autolesión porque la fallecida tuvo episodios de delirios y llegó a pedir a su doctor que le cortara «algo» el cuello poco antes de su muerte.

La Corte se mostró hoy muy crítica con la designación de dos peritos, que concluyeron hace 15 años que se trataba de un crimen, y basó sus conclusiones en nuevas investigaciones, que analizaron las heridas y rastros de sangre, y señalaron que «no hay indicios concretos o convincentes de que el sospechoso estuviera involucrado», añadió.