La Traición parte de la conducta de los abogados 

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Osiris Disla Ynoa, PhD (C)

Cuando de traición se habla no se pueden pasar por alto algunos  términos como son,  ¨Eres un Judas¨ ¨Hasta tu Brutus¨ ¨Entre abogados te Vea¨ ¨Cría Cuervos y te sacarán los Ojos¨ cómo podrá notarse cada una de estas expresiones folclóricas fueron dadas en su momento para reflejar la conducta extraviada de personas que debiendo ser fiel y leales decidieron por si solos no serlo, provocando un  inmenso dolor a quienes creyeron tener y poseer fidelidad por parte de los denominados traicioneros  comunes y vulgares.

Por la importancia que tienen los términos habrá por obligación que colocarlos en este escrito en su contexto correcto, así las cosas, se  ha de iniciar con el termino ¨Eres un Judas¨ este fue utilizado como un sinónimo  desprendido del más viejo acto de traición atribuido a Judas Iscariote, que en  griego significa ούδας σκαριώτης quien después de ser elegido por el señor Jesús como uno de los 12 discípulos del equipo de predicación más cercano, fue tan amante al dinero que decidió venderlo al sanedrín  por  30 monedas de plata,  que es el equivalente a  9  mil euros o 540, 000 mil  pesos Dominicanos, revelando por este dinero  según la Biblia,  la  ubicación para que lo  apresaran, así como su descripción física para que lo diferencien de los demás discípulos y propiciando el momento adecuado para su apresamiento,  donde una señal de identificación ¨un beso¨ seria la clave inequívoca de que era el  señor y para que los demás ni siquiera sospecharan de sus malas acciones y no lo defendieran. Como se puede notar este acto de traición se produce en un círculo religioso y espiritual más cerrado, en los primeros resurgimiento humano, cuando nadie podía creer que cosas así sucederían y mucho menos al señor. 

¿La expresión ¨¿Hasta tu Brutus?¨ en el original latino se concibió como Et tú, Brute?, que en español quiere decir, «¿También tú, Bruto?»). frase latina que fue dicha por el general y cónsul Romano Julio César el día 15 de marzo del año 44 A. C.  pudiendo traducirse además como, «¿Tú también, hijo mío?» lo que refleja el dolor del padre de crianza del verdugo Marco Junio Bruto, quien luego de recibir inmensos beneficios del poder que ostentaba Julio Cesar, que lo consideraba su propio hijo, lo ubicó en el lugar propicio y al parecer también participó en su asesinato y al verlo Julio Cesar cuando le estaban clavando  el cuchillo en el pecho,  lo identificó de inmediato  en el último momento de su vida, no preocupándole tanto ya su muerte como tal, sino que quien lo matara y traicionara  fuera su hijo Brutus, lo que nunca esperó  la víctima de esta es la traición oculta que fue revelada él mismo día de su asesinato brutal. 

No hay mucha seguridad  de que Julio César expresara  algo en el momento de su muerte, porque Suetonio y Plutarco  han dicho  que fue ultimado sin pronunciar palabra,  pero luego  Suetonio menciona que ciertas personas afirmaron que Julio  César había dicho, literalmente «¿También tú, hijo?», al ver a Marco Junio Bruto, quien pasaba por ser su hijo, entre los conspiradores.

La conspiración contra Julio Cesar fue el día 15 de marzo del año 44 A.C, cuando un grupo de senadores airado con su régimen preparó el plan material, en el cual esperarían que ese día no hubiera guardias bajo su cuidado y fingirían que irían al palacio a pedir unos favores, entonces Lucio Tilio Címber era el encargado de cumplir la misión de asesinarlo. De modo que cuando recibió la señal, apuñaló a César 23 veces en la sala principal de la Curia y es ahí cuando según Suetonio, Julio Cesar vió a Marco Junio Bruto, que al parecer fue uno de los autores materiales de los que concibieron el plan en su contra. 

De la traición de Marco Junio Bruto aprendemos que sin confianza no existe la posibilidad de superar el miedo personal o colectivo  y que el comportamiento humano jamás, pero jamás, podrá ser predecible, mayormente cuando en la psiquis del traicionero se ha sembrado, vivir solo por el dinero, disfrutar de los placeres momentáneos  sin tomar en cuenta los valores más sensibles, como son el honor, la moral y la honra, valores que casi siempre se contraponen con la búsqueda de  la fama personal, el querer ocupar los primeros lugares y ser tomados en cuenta al costo que sea aunque esto implique traicionar.

En cuanto a la expresión popular gitana ¨Entre Abogados te Veas¨ es una maldición gitana, que deja entrever que lo peor que se le puede desear a un ser humano, es que se vea envuelto entre los intereses de abogados, donde la decisión de esos intereses le corresponda a un  juez o a un fiscal que también es abogado, es decir, la maldición entre abogados te veas, refleja la naturaleza propia de los abogados y su inclinación a la traición por causa  del interés por el dinero, donde lo moral o ético queda relegado a un último y lejano lugar, donde se  obstaculiza la razón de ser de todo hombre o mujer, que es la convivencia pacífica y por el bien colectivo  y el dinero se convierte en la única chimenea encendida para quemar lo ético y lo moral.

Por último nos surge una idea sobre la expresión ¨Cría Cuervos y te Sacarán los Ojos¨, esta es la más satírica de todas, porque  a su vez da un poco de riza, pero ella caracteriza a la naturaleza carroñera de los cuervos al alimentarse de animales muertos donde la pieza preferida son los ojos, también refleja  su desinterés por  retribuir los favores que ha recibido y no solo que no devuelve favores, sino que le hace mal a quienes les han hecho bien, en definitiva el Cuervo representa  la personificación misma de la traición, porque lleva en sus patas las marcas del irrespeto y que solo le interesa comerse sus animales muertos. 

Todas estas expresiones recogidas por la historia, la literatura y el argot popular, dejan una clara y notoria sensación de un mundo sin control, de seres  humanos desenfocados, perdidos solo en lo intereses económicos o propios, sin tomar en cuenta su alrededor, por ellos el descuido seria la cosa más tonta que pudiera hacer una persona que se considera leal, así que en cada rincón, en cada pared, en cada monte, en cada tribunal, en cada calle, en cada centro de estudio, es seguro que existe un cuervo, un judas, un abogado, un Brutus y se debe tener cuidado para que no te traicionen, no te saquen los ojos, no te vendan por 30 monedas de plata o para que no te veas en medio de ellos en un litigio en cualquiera de las partes donde estén ubicados, sean  jueces, fiscales o representantes del Estado, creyendo que son leales, cuando su naturaleza no les permitirá  serlo.     









 

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