Hombre que mató expareja se arrepiente; solicita prisión domiciliaria por enfermedad

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SANTO DOMINGO.-Un hombre condenado a 20 años de prisión luego de matar su expareja, pidió al juez de la Ejecución de la Pena de la provincia Santo Domingo “que le dé una segunda oportunidad y lo mande para su casa”, alegando que padece serios quebrantos de salud.

Hace cuatro años que Luis Dionis Arias mató a Ana Felicia García, de 37 años, en presencia de su hijo, luego que le entregara una citación de la Fiscalía. En el hecho resultó herido el abogado de la víctima.

De acuerdo a la Defensa Pública, representada en Rosa Elena Morales de la Cruz, Arias “padece de una enfermedad cardiaca, por lo que solicita que cumpla su condena en su domicilio”.

Arias guarda prisión desde el 24 de agosto del 2011, tras ser condenado a 20 años de prisión, y apenas lleva cuatro cumplidos, pero su abogada  Rosa Elena Morales de la Cruz, solicito la variación de modalidad de cumplimiento de la pena por razones de “enfermedad cardíaca”.

Los arraigos presentados por la abogada al tribunal fue carta de arrepentimiento, carta de un familiar que se hace responsable de él, certificación de la Dirección General de Prisiones, informe siquiátrico, sentencia condenatoria y sentencia de apelación.

Alegó al tribunal la defensa técnica que “el impetrante es la primera vez que es sometido a la acción de la justicia y que de acuerdo a la “doctrina” los condenados pueden ser favorecidos con arresto domiciliario por enfermedades terminales como la “cardíaca”, entre otras, por lo que pide que Arias, sea trasladado del Centro de Corrección y Rehabilitación de Adultos Mayores de Haras Nacionales a “su casa”.

Arias dice:”Quiero decirles que me siento profundamente arrepentido de haber ofendido a la sociedad y a los querellantes con mi mal comportamiento. La cárcel me ha servido para encontrarme conmigo mismo, le aseguro que de ser beneficiado con una libertad condicional notarán mi cambio y aunque sea difícil de creer  he aprendido muchas cosas buenas y cursos”.

“He visto cómo puede caer una persona a lo más bajo y convertirse en una escoria lo que definitivamente no quiero para mí”, dice en la carta el condenado.

El incidente ocurrió el 24 de agosto del 2011, en la avenida Venezuela, próximo al liceo Fabio Mota, en el sector Los Mina Viejo, Santo Domingo Este.