El terrorista de Niza se radicalizó pero no se hallan vínculos con el EI

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PARÍS. El tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel, autor de la masacre del pasado jueves en Niza, se había radicalizado rápidamente y había preparado con antelación su atentado, pero hasta ahora no se le han encontrado vínculos con el Estado Islámico (EI).

El perfil ofrecido ayer en rueda de prensa por el fiscal de la República, François Molins, abundó en el carácter trastornado e hiperviolento del terrorista, pero no zanjó las dudas sobre cómo pudo pasar en sólo unos días de vivir completamente alejado de la religión a convertirse en un yihadista.

“La radicalización puede producirse más rápidamente cuando se da en mentalidades perturbadas”, razonó el fiscal.

En las dos semanas anteriores al crimen, Bouhlel almacenó en su teléfono móvil y en su ordenador imágenes de decapitaciones del EI, de líderes yihadistas como Osama bin Laden o Moctar Belmoctar y de la revista “Charlie Hebdo”, escenario de otra matanza en enero de 2015.

Del 1 al 14 de julio, Bouhlel buscó también suras del Corán, cantos religiosos e información sobre las recientes masacres en Orlando y Dallas (Estados Unidos) y en Magnanville, cerca de París, donde un hombre que había jurado lealtad al EI asesinó a una pareja de policías.

En sus búsquedas en internet aparecían términos como “horribles accidentes mortales” o “terribles accidentes mortales”.

Asimismo guardaba una foto de una noticia publicada por el diario local “Nice Matin” el pasado 1 de enero titulada: “Se estrella voluntariamente en la terraza de un restaurante”.

Y pese a que aún no se han hallado vínculos directos de Bouhlel con la organización yihadista, el testimonio de una de las seis personas bajo arresto permitió saber que el tunecino se preguntaba “por qué el EI no puede pretender (tener) un territorio”.

Todos esos datos llevaron a Molins a concluir que la acción tuvo un carácter innegablemente terrorista, y que había sido concebida con premeditación.

El propio Bouhlel tomó fotos desde su móvil del paseo de los Ingleses, escenario del crimen, dos días antes de perpetrarlo, y las cámaras de videovigilancia lo captaron incluso horas antes del atentado pasando por la zona.

Los testimonios, según el fiscal, concuerdan en que el hombre “no practicaba la religión, comía cerdo y bebía alcohol, y tenía una vida sexual desenfrenada”, así como que se comportaba de manera “muy violenta” hacia su exmujer y sus hijos.

Solo hacía ocho días se había dejado crecer la barba, lo que, de acuerdo a uno de los detenidos, atribuía a un “significado religioso”.

El atentado tiene todavía varias zonas de sombra como la hipotética participación de cómplices, sobre todo debido al mensaje SMS que envió Bouhlel poco antes de pasar a la acción a uno de los arrestados en el que le decía: “Trae más armas, trae 5 a C”.

Por otro lado, Molins informó hoy de que 74 heridos en el atentado de Niza siguen hospitalizados, de los que 28 permanecen en estado crítico, y 19 de ellos tienen “pronostico vital reservado”.

Además, la investigación ha permitido identificar formalmente a 71 de las 84 víctimas mortales mientras que se les ha practicado la autopsia a 12 cuerpos en los que se apreciaban causas “complejas” de muerte, añadió el fiscal.

Los primeros cuerpos identificados han sido entregados a sus familiares esta mañana.

Tras la lluvia de críticas recibidas -que incluso han llegado al abucheo hoy del primer ministro, Manuel Valls, en el minuto de silencio por las víctimas en Niza-, el Gobierno francés anunció hoy que se centrará en proteger este verano posibles objetivos terroristas como “lugares turísticos, playas y grandes eventos culturales y deportivos”.

“No se puede garantizar el riesgo cero. Decir eso es decir la verdad a los franceses”, señaló el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, tras participar, junto al presidente, François Hollande, en un consejo de ministros reducido con los titulares de seguridad y defensa para abordar el atentado.