¡UN DISCURSO POCO SINCERO, EL DE MARIANO GERMÁN MEJÍA!

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El día 7 de enero del año 2016, los jueces en su gran mayoría, se dieron cita al sector la Feria del Distrito Nacional, específicamente a la sede de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial Dominicano, con el objeto de escuchar el discurso que ofrecería el Dr. Mariano Germán Mejía, en su rendición de cuentas anual. También en ese lugar hizo presencia su compañero de partido, el Presidente de la República Dominicana, Lic. Danilo Medina Sánchez, y muchísimos invitados especiales, y todos los allí presentes esperaban un aliento a la horrible situación que vive hoy la justicia dominicana, incluyendo los abogados y fiscales.

Pero el Presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial Dominicano, sorprendió al país y al mundo, pues, en su discurso habló de ovejas descarriadas, como queriendo referirse a los jueces que se encuentran detenidos, y habló disque de una nueva reforma a la norma procesal, alegando que por causa del código procesal penal la delincuencia aumenta y los imputados tienen muchas facilidades de ejercer recursos y procedimientos; realmente es decepcionante el discurso, una cosa fatal, pues nadie podía creer que el Dr. Mariano Germán Mejía, ocuparía un espacio tan importante para hablar tanto disparate, y burlas contra los abogados y jueces, ya que éste mismo que da el discurso, tiene conocimiento que los demás jueces que se encontraban en el pleno no creen nada de lo planteado, porque son jueces profesionales, algunos especialista en derecho y tuvieron que soportar la opresión del discurso sin poder levantarse y marcharse del lugar, dejándole el espacio vacío, y creando un desaire público.

Debe saber el Dr. Mariano Germán Mejía, que ya el código fue reformado en febrero del 2015, por la Ley 10-15, y que en la República Dominicana no existen garantías procesales y mucho menos seguridad jurídica, para que los imputados obtengan facilidades, como se trató de establecer en el discurso contra reformador y subversivo al respecto Constitucional.

Algunos periodistas comprados, y pagado por el poder político que se benefician de la situación actual de la justicia, resaltaron el discurso, calificándolo como bueno, alentador y sincero, pero es seguro que todo esos periodistas o su gran mayoría, son analfabeto del derecho, pues no se necesita ser menos, para no sentir indignación por la burla pública que un grupito de hombres tienen contra este país, ya que no renuncian, se imponen a la fuerza, bravuconean como los toros, y no respectan el orden Constitucional y legal.

El discurso del 7 de enero del 2016, ofrecido por el Dr. Mariano Germán Mejía, no soporta un análisis jurídico, pues sólo falto que le diera un ataque al miocardio a todo aquellos que oyeron la grosería, barbaridades que ese discurso contiene, en el cual se elogió a los jueces, y repitió la palabra de siempre, “yo creo en mis jueces y en la justicia”, pero es claro que ni él mismo cree eso y lo dijo para salir del paso, confiado en el olvido de la memoria del pueblo dominicano.

Respuestaprocesal.com.do, entiende que la República Dominicana en el aspecto procesal, mayormente en el penal, y en la aplicación de la justicia, se ha convertido en un estado fallido, el peor de américa y quizás del mundo, comprende que nada es personal, por lo que los planteamientos del presente editorial, no tocan los aspectos personales de moral y seriedad individual, sino que sólo toca los aspectos administrativos y de aplicación de justicia y con especialidad el discurso humillante y ofensivo del Dr. Mariano Germán Mejía, y a la vez le recomienda que valore la posibilidad de terminar su gestión como termino su carrera de abogado de ejercicio, que ha sido considerado como muy bueno y sin tacha, y tal vez para ello, sea necesario tomar en cuenta la posibilidad de renuncia, lo que posibilitaría, que las fuerzas viva de la nación se reúnan para determinar el rumbo que desean darle a la justicia, todo esto ante de que sea muy tarde para ablandar las habichuelas del Poder Judicial.