Tasa de interes de Servicios Bancarios como un Barco sin rumbo y el gobierno mudo

EDITORIAL

Como ya se terminó el proceso político más o menos por unos cuatro años, y como se habla de reforma fiscal para la población, ahora se hace necesario advertir a la sociedad sobre el desastre que están cometiendo las entidades bancarias de la República Dominicana, en contra de los usuarios de los diferentes servicios bancarios, sin que estos puedan tener una protección del Estado y el gobierno.

Se debe iniciar estableciendo, que una gran parte de las entidades bancarias dominicana, son culpables de que muchos dominicanos y extranjeros se hayan quitado la vida, pues le han otorgado préstamos personales, hipotecarios, de garantía agrícola y tarjetas, porque analizaron su buen crédito y luego, de otorgarles esos préstamos y tarjetas, le aumentaron la tasa de interés a más de un 20% mensual o 144% anual, sin consulta, de manera sorpresiva con argucia y engaño, de forma abusiva hasta que lo quebraron y lo destruyeron, no dejando otro camino que el suicidio y por inhabilitación mental.

Debe saber el mundo entero, que los usuarios bancarios de República Dominicana, no tienen defensa, porque lo que en vida se llamó Superintendencia de Bancos, no sirve, no funciona, desapareció, se la llevo quien la trajo para el carajo y tiene un Superintendente, que es un lirón de buena vida, que ganas sumas millonarias en pesos y dólares, tiene todas las comodidades del mundo, un ricachón sin razón y sin empatía social, que no aparece ni en los centros espiritistas como dice el refrán popular, es decir se trata de un turista funcionario, sin control y sin vigilancia por parte del gobierno, quien tampoco muestra empatía ni ningún tipo de interés por la grave situación de los usuarios estafados.

Para que el ejercicio sea simple, deben saber que los agentes de esas entidades bancarias, como simple perros sabuesos asesinos, se dedican a mirar los buro de buenos créditos para captar nuevas víctimas, a veces en su mayoría jóvenes, sin experiencia ninguna en materia financiera y le ofertan un préstamo personal o una tarjeta con unos montos disponibles de unos 50 mil pesos y esos 50 mil pesos se convierten en más de 500 mil, por la sucia, asquerosa y descontrolada tasa de interés, hasta que llevan a los jóvenes a vivir amargados, con sentimientos de miedo y culpa y luego esos que les han prestado, los llaman sin ningún control mediante unas máquinas telefónicas, más de 200 veces al día, hasta que el joven toma la triste decisión por vergüenza de quitarse la vida, todo por culpa de la deficiencia del Estado, el gobierno, la banca y la Superintendencia de Bancos, que no estaba en su dolor.

Luego de que otorgan estos préstamos y tarjetas y que los usuarios se dan cuenta de que han sido estafados, sin la asesoría ni orientación de la Superintendencia de Bancos, cuando estos buscan ayuda y sus familias deciden vender sus casas para ayudar a sus hijos, entonces los delincuentes de la banca, le informan que no se puede cancelar o saldar la deuda, hasta que no pasen lo 36, 40 o 60 meses acordados en el contrato engañoso, de lo contrario tendrán que pagar una penalidad casi por el doble del crédito discutido, o sea la banca nacional en su gran mayoría son, delincuentes comunes, malsanos, viperinos, hijos del infierno y la Superintendencia de Bancos es peor que ellos.

Ante la crisis financiera de los usuarios que no tienen protección, de urgencia el Poder Judicial está en la obligación de especializar jueces en temas financieros, ayudando a los que han de juzgar a no tener deudas impagables, para que protejan a los usuarios víctimas, porque el gobierno es parte del problema y de esa ofensa económica y no tiene moral para hacer nada, por eso su Superintendente de bancos, anda escondido viviendo la vida buena, hasta que el señor Dios, le eche manos y le cobre todas su injusticia social y su incompetencia.

Respuestaprocesal.com.do, lamenta la situación de burla, engaño, abuso y violación de la Banca Nacional, en contra de los usuarios y pide a Dios meter sus manos, ya que el gobierno en esa materia fracasó y quebró las esperanzas de los dominicanos.