Inteligencia Penal
Un estudio titulado antropología de la violencia sobre machismo y violencia contra la mujer determinó que la violencia no es innata y que es el resultado de una conducta aprendida y las cuales se pueden modificar.
Expresa que el hombre es educado por y para la violencia que influye en la conciencia del dominio y servilismo que tiene que ver con el poder.
Apunta que el machismo es una forma de ser hombre y que persiste con fuerza porque No se ha consolidado otros modelos de ser hombres.
Se evidencia que el hombre le tiene miedo al cambio.
Señala el estudio que el hombre al dejar de ser machistas se enfrenta, al riesgo de perder su papel aprendido que le dad estabilidad.
Indica el estudio también que la violencia contra la mujer son favorecidos por la tolerancia social. Una sociedad que en el discurso castiga estas expresiones pero que en realidad se muestra indiferente, válida, mantiene y reproduce situaciones de violencia que favorece la inequidad de género en el espacio público y privado.
Finalmente indica este estudio que la violencia hacia la mujer se dad en el ámbito de las relaciones conyugales o de pareja, se sustentan en un conjunto de concepciones y modelos de ser hombre y de ser mujer que se denominan machismo.
El varón se configura cómo padre, autoridad en el hogar, trabajador, proveedor, con dominio en lo público. En cambió las mujeres se construyen socialmente centradas en la maternidad, protegidas por los varones, dedicadas al hogar y a la crianza y con dominio en lo privado. Parte de ello se debe a la organización patriarcal, en donde la mujer y los hijos aparecen subyugados.
Investigadores latinoamericanos como Fuller, Olavarría, Salinas, Arancibia y otros, coinciden en señalar que los varones tienen conocimiento en cuanto a los cambios habidos en los roles de género y en la necesidad de relaciones más equitativas al interior de la familia (lo que se ha constatado en el presente estudio), sin embargo hay persistencia de una cultura «machista» que sostiene y reproduce ideas, valores y actitudes de desigualdad y discriminación, especialmente hacia las mujeres, que propician las prácticas de violencia y maltrato.
El machismo es uno de los factores explicativos de la violencia doméstica y una muestra de la complejidad de las relaciones intergéneros. Aunque hay otros factores responsables de esta situación las investigaciones dan pistas para abordar la problemática desde el ámbito del dominio y el poder como componente para analizar la violencia en todos los aspectos, desde el público hasta el privado.
Este estudio fue realizado por Beatriz Oblitas Béjar de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, República del Perú.