Desde el derrumbe del poder del todopoderoso dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, en 1961, hasta la fecha, un total de 45 fiscales en la jurisdicción del Distrito Nacional han tenido bajo su poder investigaciones de procesos penales, de los que logrado los tribunales impongan sanciones por una variedad de delitos.
Desde el fiscal Teodoro Tejada Díaz (1961), a quien correspondió investigar el asesinato de su jefe, Trujillo, considerado el tirano más temido en la región del Caribe, hasta la actual fiscal titular, Rosalba Ramos, el Ministerio Público de esta jurisdicción, con sede en la primera planta del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, ha dado muestras de interés en enfrentar los hechos delictivos.
Durante la era de Trujillo, los delitos más comunes entre particulares eran por conflictos de tierras, acusaciones políticas, asuntos comerciales y, en menor grado, robo. Este delito se castigaba con pena severa, lo mismo que el homicidio, siempre que el crimen no fuese cometido por los esbirros del régimen.
Sin embargo, la Policía no tenía ningún rol en la investigación y era obediente a las órdenes del procurador fiscal de turno. Son muchos los casos de personas que murieron durante la dictadura y jamás fueron investigados.
El 30 de mayo de 1961, la Procuraduría General de la República la dirigía Federico Cabral Noboa, quien instruyó al procurador fiscal de entonces, Teodoro Tejada Díaz, para investigar todo lo concerniente al ajusticiamiento del tirano.