Ediitorial: Realidad de una Justicia Independiente

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El Consejo Nacional de la Magistratura de la República Dominicana (CNM) recientemente se reunió con el objeto de iniciar el procedimiento para la evaluación, sustitución y readecuación de los reglamentos de elección de los Jueces de las Altas Cortes, la evaluación de lo mismo y sustitución de unos cuantos del Tribunal Constitucional y la Suprema Corte de Justicia que ya vencieron en sus funciones.

De inmediato un conjunto de personalidades e instituciones iniciaron el peregrinaje por ante los poderes del estado, buscando según esto que sean designados Jueces independientes, sin embargo se aparecen con el currículo en las manos para recomendar a sus allegados, como podrá notarse se trata de un juego de doble moral donde se solicita independencia pero a la vez se intenta controlar el poder de la justicia, porque cada institución pretende tener un juez que le sea favorable, en detrimento del desarrollo de la nación.

Otros grupos de personas se la pasan criticando la conformación del Consejo Nacional de la Magistratura tomando como pretexto que el procurador general de la República no debe formar parte del consejo porque alegadamente es adepto al ejecutivo, sin embargo es de justicia  que la procuraduría general de la República esté representada en el consejo como lo está la Suprema Corte y los demás poderes del estado y eso no hace ni más ni menos serio el procedimiento de elección.

Los críticos establecen que hay que sacar la política de la justicia, como refiriéndose a que el Consejo Nacional de la Magistratura tenga otro tipo de conformación que no sea la representación de los poderes públicos, lo que constituye un error serio pues en otras naciones está conformado en igualdad, incluso hasta son elegidos los jueces de las altas cortes por el presidente de la República como en el caso de los Estados Unidos, lo que evidencia que el problema no está en la forma de elección, sino en el nivel de desarrollo que debe tener una institución, ya que la elección puede ser cualquiera, quienes no pueden ser cualquiera son los elegidos. Tampoco una nación puede equivocarse exigiendo una independencia total de los jueces y fiscales, porque el día que eso suceda los jueces y fiscales destruirán la nación, pues no hay cosa más atrevida que la falta de conocimiento, como es el caso del 70% de los jueces y fiscales cuyo único mérito es decir que son magistrados y no tienen nada más que mostrar.

En los países  donde la independencia de los jueces y fiscales es aparentemente una realidad, existe una ingobernabilidad casi total, y ya se habla del gobierno de los jueces y fiscales, que no es más que la denominada ¨Fuga de Magistrados¨, es decir el continente Americano tiene procesos penales abiertos como nunca antes, uno con razón y la mayoría por persecución política, pero con el apoyo de los jueces y fiscales, el caso más común es el del juez Sergio Moro instructor del caso Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo metió preso por alegada corrupción, impidiéndole correr como candidato a la presidencia siendo el más popular de todo Brasil, con el objeto de abrirle el paso al presidente ganador Jair Bolsonaro, quien luego de la trama en su favor, ahora lo designará como ministro de justicia de Brasil, como podrá notarse esta recibiendo el pago de sus perversidades jurídicas.

La República Dominicana no se puede equivocar con los voces agoreras, que supuestamente piden independencia, los jueces y los fiscales deben sentir miedo al poder político y eso ni lo hace más efectivo ni menos calificado, sino que permite el contrapeso y que cuando estos se equivoquen sean partidos de inmediato y sin contemplación, remitiéndolo de inmediato a la cárcel.

Respuestaprocesal.com.do rechaza el falso pedido de independencia de la Justicia, de igual forma las voces que se oponen a que la procuraduría forme parte del consejo nacional de la magistratura. Pide al CNM barrer con la mayoría de los jueces del Tribunal Constitucional, incluido su presidente Milton Ray Guevara y con casi todos los jueces de la suprema corte de justicia, y una vez sean sustituidos solicitarle medida de coerción de prisión preventiva para que los tranquen en las mazamorras más oscuras, para que purguen las penas de sus maldades jurídicas.