Por: Valentín Medrano Peña.
Dos hechos separados, distantes geográficamente, incoordinados, pero coincidentes en aclarar situaciones y acciones, en desagraviar personajes e instituciones.
En la época de la postverdad ni siquiera las pruebas irrefutables acallan ciertas rabias salidas de la desinformación tendenciosa y de los intereses políticos. Ya no basta que los sentidos aprecien las pruebas y que el raciocinio le otorgue la condición tal y dicte su inatacabilidad. Cabe siempre la posibilidad de resistencia inconsciente y fundamentalista. No hay peor ciego que el que no quiere ver, con el poderío hoy de multiplicar sus errados criterios obteniendo adeptos y vocingleros.
Una gran parte de la opinión pública guiada por los intereses de atacar los flancos fuertes del sistema, para debilitarlo y sacar beneficios, la ha emprendido contra el actual Procurador General de la República y contra aquellos que asumen su defensa.
Las redes, plagadas de opositores al gobierno y miembros del gobierno en conflicto con la ley, de personas relacionadas con sometidos a procesos penales, en forma alguna comulgarán con los logros de su gestión.
El equilibrio lo da el hecho de que la gran mayoría se presenta equidistante a estos intereses.
En meses pasados la Procuraduría General de la República y la Policía Nacional dieron clausura al caso en el que se vio involucrado en condición de víctima el muy querido pelotero David Ortiz, señalando a los autores, móvil y circunstancias. No faltó quien a pesar de tener las pruebas ante sus ojos cuestionara el proceso investigativo y sus resultados. Las especulaciones, incredulidades sembradas y el irrespeto dejaron pendiente ciertas aclaratorias que se dieron por dos informes, uno del Federal Buro Inteligency (FBI) y otro de una investigación privada ordenada por el ex Big leaguer, los cuales corroboraban los resultados oficiales ofertados por el Ministerio Público. Un mentís a los que decían se mentía, pero claro que esto no les detendrá, no es fácil admitir los yerros.
De igual forma ocurrió que en el el marco de la VII Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas (MISPA), que se celebró en la ciudad de Quito, República de Ecuador, la Procuraduría General de la República Dominicana fue escogida por primera vez para presidir el Grupo Técnico sobre Prevención de la Delincuencia, la Violencia y la Inseguridad de la Organización de Los Estados Americanos (OEA). Ya vendrán denuncias de fraude en la elección, especulaciones sobre las razones y una retahíla de objeciones para admitir lo que vieron y ven los organismos internacionales al respecto del desempeño de este cuerpo.
Muchos piden desagravios y van más allá, yo no son tan iluso, mucho menos en una coyuntura Politica que obliga a negar toda virtud de los contrarios, por eso, igual que los informes de desmentidos de los desmeritadores, espero que afloren épocas más lejanas de las fechas de elecciones, sin tanta presiones, con una vara más justiciera y menos comprometida para que se reconozca la grandeza de la gestión del Mag Jean Alain Rodríguez, cuyo único crimen ha sido que lo ha hecho bien.