Washington, DC. Trece individuos de nacionalidad rusa y tres entidades rusas fueron acusados ayer viernes de orquestar una compleja trama para interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses del 2016, anunciaron las autoridades.
El expediente, abierto por la oficina del fiscal especial Robert Mueller, asevera que los rusos usaron cuentas falsas de redes sociales y anuncios comprados de manera fraudulenta en nombre de ciudadanos estadounidenses, para tergiversar la campaña entre el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.
Los cargos son los más directos y explícitos hasta ahora en denunciar que Rusia trató de influir en el proceso político norteamericano.
El objetivo de la conspiración, dice el expediente, era “sembrar discordia en medio del sistema electoral estadounidense, influyendo en las elecciones presidenciales del 2016”.
Favorecieron a Sanders
Robert Mueller también apoyó a Bernie Sanders, el rival de Hillary Clinton durante las elecciones primarias demócratas para las elecciones de 2016.
Los 13 acusados ayudaron al ahora presidente Donald Trump y trataron de dañar a Clinton, pero además proporcionaron apoyo a Bernie Sanders, según figura en el escrito de acusación.
Los acusados tenían como objetivo “sembrar discordia en el sistema político de Estados Unidos, incluidas las elecciones presidenciales de 2016” y, como parte de ese esfuerzo, ayudaron a Sanders, un senador independiente que conquistó al ala más progresista del Partido Demócrata durante las primarias.
Los acusados emprendieron diferentes acciones contra los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, dos de los rivales que Trump tuvo durante las primarias para lograr la nominación presidencial del Partido Republicano.
Cuatro allegados a Trump son enjuiciados por trama
Hasta el momento, la investigación de Mueller sobre la trama rusa ha llevado al enjuiciamiento de cuatro personas relacionadas con el actual mandatario: su exasesor de seguridad en la Casa Blanca Michael Flynn; su exjefe de campaña Paul Manafort; su “número dos” en la campaña Rick Gates; y otro exasesor, George Papadopoulos, que trabajó para el magnate durante las elecciones.