SEÚL. La destituida presidenta de Corea del Sur, Park Geun-Hye, comenzó a ser juzgada este martes por el escándalo de corrupción que sacudió al país y que le costó el cargo.
Park, con un semblante abatido, entró a la sala del tribunal, evitando cruzar su mirada con su antigua confidente, también juzgada en el proceso, Choi Soon-Sil, epicentro del escándalo y conocida por la prensa como “Rasputina”.
Park llegó a la corte en un bus del ministerio de la Justicia. Fue escoltada por seis guardias mientras caminaba esposada y vestida con un traje azul, con un identificatorio con su número de celda.
Esta ha sido su primera aparición desde que fue llevada a prisión en marzo.
El juez que preside el proceso, Kim Se-Yun, le preguntó a Park al inicio del proceso cuál era su ocupación.
La destituida presidenta contesto: “No tengo ninguna”.
El esperado juicio es el acto final del drama que sacudió a Park, hija del fallecido dictador dictador militar Park Chung-hee, que pasó del palacio presidencial a estar recluida en prisión.
Park enfrenta 18 cargos incluyendo abuso de poder, coacción y soborno.
La caída en desgracia de la expresidenta comenzó a mediados de 2016 cuando se reveló que su amiga y confidente Choi Soon-sil, que nunca ocupó ningún cargo oficial, aprovechó su influencia para conseguir que grandes compañías surcoreanas le pagaran millones de dólares.
Así, la confidente obtuvo supuestamente 70 millones de dólares para dos fundaciones que controlaba, una suma que utilizó con fines personales.