TEHERÁN.- Irán condenó enérgicamente la ejecución de hoy del clérigo chií disidente, jeque Nimr Baqir al Nimr, y lo consideró «muestra de la profunda imprudencia e irresponsabilidad» del Gobierno de Arabia Saudí, dijo hoy el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Yaber Ansarí.
Ansarí dijo que «el Gobierno de Saudí habla con sus críticos internos con un lenguaje de ejecución y represión mientras apoya a los terrorista y los extremistas takfiríes (extremistas suníes)», informó la agencia oficial iraní de noticias IRNA.
«Mientras los terroristas extremistas y takfiríes han quitado la paz y seguridad de los pueblos de la región y el mundo y amenazan la estabilidad y existencia de algunos gobiernos de la región, la ejecución de un personaje como el jeque Nimr, que no tenía ninguna herramienta más que hablar (palabra) para el seguimiento de sus objetivos políticos y religiosos lo único que muestra es la profundidad de la imprudencia e irresponsabilidad», criticó Ansarí.
El portavoz del departamento de Asuntos Exteriores responsabilizó a Riad de las consecuencias de esta «política improductiva e irresponsable» y agregó que el Gobierno Saudí «pagará duro».
El clérigo de 54 años fue detenido en julio de 2013 acusado de desobedecer a las autoridades y socavar la unidad nacional.
Tras su condena a muerte en 2014 los gran ayatolá de Irán expresaron su preocupación y advirtieron sobre las consecuencias de esa pena.
El relevante gran ayatolá, Nurí Hamedaní, consideró que «algunos países todavía no se han dado cuenta del poder de los chiíes, y los que le emitieron la pena de muerte al jeque Nimr, sepan que el mundo islámico responderá».
Los lazos entre Irán y Arabia Saudí empeoraron por la intervención de Arabia Saudí en Yemen contra los rebeldes chiíes hutíes de Yemen y el sostenimiento del régimen de Bahrein, un país de mayoría chií, regido por una monarquía suní.
