Un tribunal alemán rechaza iniciar el proceso penal por la tragedia de la «Love Parade» de Duisburg

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La decepción de las familias de las víctimas es evidente. »Los responsables quedarán sin castigo y las muertes de nuestros hijos, hace ya casi seis años, no servirán para nada», ha lamentado el padre de uno de los 21 fallecidos en la »Love Parade» celebrada en Duisburg, entre las que se encontraban las dos tarraconenses Marta Acosta y Clara Zapater y a las que hay que sumar seis suicidios de personas afectadas que han tenido lugar desde entonces. El tribunal de distrito que estudiaba la denuncia penal contra los 10 responsables de la catástrofe ha rechazado el procedimiento. «El fiscal recurrirá, pero de todas formas es una bofetada para las víctimas», se ha quejado un portavoz de la Fiscalía.

La edición 2010 del festival de música electrónica Love Parade, celebrado el 24 de julio de ese año, terminó en catástrofe a causa de una estampida humana para la que los accesos al recinto no estaban preparados. El sumario del caso cuenta con 47.000 páginas y las imágenes de vídeo tomadas por las cámaras de seguridad y por los propios asistentes al festival, suman casi 10 terabyte.

Algunas de las familias de las víctimas optaron por presentar demandas civiles contra la ciudad de Duisburgo, los organizadores y también contra el estado de Renania del Norte-Westfalia, de quien dependía la Policía que, según los demandantes, actuó con negligencia y podría haber evitado la catástrofe. Los familiares de las dos víctimas españolas, sin embargo, siguieron al lado del fiscal por la vía penal.

Desde el principio contaban con dificultades serias, puesto que aun en caso de ser admitida la demanda penal, la legislación alemana prevé que los abogados defensores puedan citar a declarar a todos los testigos, en este caso unos 3.000, con lo que el juicio podría prolongarse fácilmente más de tres años y los costes se elevarían tanto que los afectados no podrían asumirlos. Aun así no se conformaban con la indemnización por pérdida de un hijo de 2.000 euros que recoge la legislación alemana y estaban dispuestos a seguir adelante con el proceso.

Finalmente, el tribunal ha tenido en alta consideración un estudio elaborado por el científico británico Keith Still, especialista en reacciones de pánico, cuyo resumen de 90 páginas viene a demostrar que, una vez desatado el pánico entre los miles de asistentes a la »Love Parade», la catástrofe era inevitable.