España. Un hombre de 37 años ha sido condenado a once años de prisión por la Sección Décima de la Audiencia Provincial de Alicante por un delito continuado de abusos sexuales a la hija de su compañera sentimental cuando ésta contaba con tan solo 12.
Además, el condenado deberá compensar a la menor con una indemnización de 10.575 euros por los daños morales.
El acusadp provechó la ausencia de la madre para acudir al dormitorio de la pequeña
En su sentencia, el tribunal considera probado que el procesado aprovechó la ausencia de la madre de la víctima, al menos, en dos días de diciembre de 2017 para acudir a su dormitorio y despertarla con un masaje por la espalda hasta realizarle tocamientos en los genitales en contra de su voluntad.
Al margen del testimonio de la menor, el fallo considera un hecho determinante de la culpabilidad del acusado el hallazgo de restos de tejido con su ADN en el interior de la vagina de la víctima. Las muestras se tomaron en un reconocimiento médico que se le practicó, después de que la menor confesase a su padre biológico que la pareja de su madre le había “metido mano”.
Se han hallado restos de tejido con su ADN en el interior de la vagina de la víctima
En el juicio, celebrado el 29 de enero, la defensa había alegado que la presencia de esos restos biológicos pudo deberse a que quedasen adheridos en la ropa interior de la menor, al ser plegada por el acusado.
La Fiscalía solicitaba para el procesado una pena de 12 años de prisión, la acusación particular, ejercida por los padres de la menor, elevaba la petición de pedía una condena de 13 años de privación de libertad. La defensa, por su parte, solicitaba la libre absolución.