Ginebra. Las obras del metro de Panamá, en las que participaron la empresa española Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), la brasileña Odebrecht y la francesa Alstom, se otorgaron tras el pago de 82 millones de euros a través de un banco suizo, concluyó una sentencia del Tribunal Penal Federal de Suiza.
La sentencia, dictada a mediados de mayo y a la que ha tenido acceso recientemente el diario local Berner Zeitung, concluye que para obtener la licitación en las obras de las líneas 1 y 2 del suburbano, que costaron 3.300 millones de euros, se pagó la mencionada cantidad.
De acuerdo con el dictamen judicial, es competencia de la Justicia española, que también investiga estos presuntos sobornos y maneja cifras similares, determinar la responsabilidad penal de los implicados.
FCC no rechaza la existencia de corrupción en la adjudicación de las obras pero se considera víctima (fue la que denunció los pagos de comisiones ante la Fiscalía española) y responsabilizaba de ello al un entramado de sociedades del abogado Mauricio Cort, supuesto testaferro del expresidente de Panamá Ricardo Martinelli.
La investigación de la Justicia suiza determinó que Cort, al que FCC había recurrido para que ayudara a conseguir el contrato, presentó 38 facturas por un monto total de 82 millones de euros por las que no había contraprestación alguna, y que el dinero fluyó desde Suiza a Panamá a través de Andorra.
Informaciones aparecidas en la prensa panameña indicaron que parte de los 82 millones se depositaron en los bancos privados suizos Pictet, Lombard Odier y Notenstein La Roche.
Las averiguaciones en torno a las obras del metro panameño, el primero construido en Centroamérica e inaugurado en 2014, forman parte de la investigación general sobre el entramado Odebrecht, que la Fiscalía suiza inició en 2015.