LOS ÁNGELES. El presidente de la Asociación Internacional de Directores de Policía (IAPC) pidió disculpas por las “injusticias” y los “malos tratos” que históricamente han recibido los afroestadounidenses por parte de agentes y que han generado una nefasta desconfianza entre las fuerzas del orden y las comunidades negras.
Durante la asamblea anual del sindicato en San Diego (California, suroeste) el lunes, el presidente de la IAPC Terrence Cunningham destacó que “son tiempos difíciles para la Policía”, ya que “los acontecimientos de los últimos años llevaron a mucha gente a cuestionar las acciones de nuestros agentes y erosionaron trágicamente la confianza de la opinión pública en las fuerzas de policía”.
A pesar de que “en el correr de los años miles de policías dieron su vida” para proteger a la comunidad, “a causa de leyes federales o locales, las fuerzas del orden han encarnado, para muchos ciudadanos, la opresión”.
“En el pasado algunas leyes exigían a los agentes policiales (…) que ejercieran discriminación o negaran los derechos básicos a demasiados estadounidenses”, agregó, en alusión al pasado esclavista de Estados Unidos y luego a la segregación racial que fue abolida en 1964 por la Ley de Derechos Civiles.
Para intentar reparar la pérdida de confianza entre la Policía y las comunidades negras, el presidente de la IACP estimó que su organización y las fuerzas de seguridad en general deben “reconocer y pedir disculpas (…) por el papel jugado por nuestra profesión en los malos tratos históricos contra las comunidades de color”.
La Policía ha sido acusada estos últimos años de uso abusivo de la fuerza, particularmente con las minorías, tras la muerte de numerosos negros, la mayoría de las veces desarmados, en incidentes con agentes.
Las muertes de Michael Brown en Ferguson (Misuri, centro) en 2014, Freddie Gray en Baltimore (este) en 2015 y Keith Scott en Charlotte (este) el mes pasado desencadenaron manifestaciones masivas, que no pocas veces terminaron en violencia.