BONAO. En medio del reclamo de “justicia para los asesinos”, fueron sepultados en la tarde de este jueves en el cementerio municipal de aquí dos areneros ultimados por un soldado del Ministerio de Medio Ambiente y una patrulla policial el pasado martes.
Previamente, los cadáveres de Nelson Severo de la Rosa y Nicolás Hiciano Acosta, de 50 y 40 años, respectivamente, fueron velados en sus residencias y se les oficiaron misas de cuerpos presentes.
El primero en fallecer mientras era conducido al hospital público de esta localidad fue Nelson Severo de la Rosa, tras ser herido por la espalda con una escopeta por un militar del Servicio Nacional de Protección Ambiental (SENPA).
Luego, mientras se realizaban protestas callejeras en el distrito municipal de Juma, donde residía De la Rosa, fue ultimado de varios balazos Nicolás Hiciano Acosta, quien vivía en Juma Adentro.
Familiares y vecinos de los dos areneros negaron la versión de que Nelson Severo de la Rosa intentó desarmar al efectivo militar que lo ultimó mientras estaba en el río Juma extrayendo agregado de construcción de ese afluente.
Nelson, Deibis y Gustavo, tres de los cuatro hijos de Nelson Severo de la Rosa relataron que fueron ellos que lo levantaron del río el cuerpo herido de su padre y lo llevaron al hospital, donde falleció.
“No es cierto que nuestro papá le fuera encima al guardia dizque para desarmarlo, lo mataron vilmente por la espalda”, expresaron los jóvenes cuando se dirigían al cementerio municipal de aquí.
Los familiares de los occisos mostraban cartelones que decían: “Asesinado por el SENPA, de Medio Ambiente”.
Los moradores de Juma y Juma Adentro amenazaron con paralizar las actividades de esas comunidades si en las próximas horas no someten a la justicia a los responsables de los dos asesinatos.