BRASILIA. El Senado brasileño inició hoy la sesión en que escuchará a los testigos de la defensa de la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, en una nueva audiencia de la fase final del proceso que le puede costar el cargo y concluirá la semana próxima.
El trámite del juicio de destitución al que se enfrenta Rousseff entró en su fase final ayer jueves, cuando declararon los únicos dos testigos presentados por la acusación.
En esa primera audiencia, que se prolongó durante casi 14 horas, el procurador del Ministerio Público de Cuentas Julio Marcelo de Oliveira, que detectó las irregularidades en las que se apoya la acusación, afirmó que Rousseff incurrió en un “gran fraude fiscal”.
La gobernante, suspendida de sus funciones desde el pasado 12 de mayo, cuando se abrió el juicio político, está acusada de emitir decretos que modificaron los presupuestos sin la venia del Congreso y de contratar créditos con la banca pública en favor del Gobierno.
Tanto el procurador De Oliveira como el auditor del Tribunal de Cuentas Antonio Carlos Costa D’Ávila coincidieron en que en ambos casos las irregularidades fueron “comprobadas” por los organismos auditores del Estado, lo que rechazó la defensa de la gobernante, que niega los cargos.
Hoy viernes, en una sesión que se calcula que se puede prolongar hasta mañana sábado, declararán los economistas Luiz Gonzaga Belluzzo, Geraldo Prado y Ricardo Ribeiro, tres expertos en finanzas públicas citados por la defensa.
También deberán presentar sus testimonios en favor de Rousseff el exministro de Hacienda Nelson Barbosa y otros dos exfuncionarios de su Gobierno, que trabajaron en el área de gestión de presupuestos.
Una vez que declaren todos los testigos, el juicio entrará en receso hasta el próximo lunes, cuando la propia Rousseff comparecerá ante el Senado por primera vez desde que se instauró el proceso, el mismo 12 de mayo en que fue suspendida y sustituida interinamente por el hasta entonces vicepresidente Michel Temer.
Ayer jueves, parlamentarios del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Rousseff, anunciaron que el lunes la presidenta irá al Senado acompañada por decenas de dirigentes de esa formación, entre quienes citaron al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El padrino político y antecesor de Rousseff encabezará un grupo que estará integrado por algunos exministros del Gobierno de la presidenta, que manifestarán su rechazo a un proceso que califican de “golpe”.
Tras escuchar a Rousseff, el Senado abrirá una sesión de debates y luego procederá a la votación final, que decidirá la suerte de la presidenta y está prevista para el martes o miércoles.