La investigación sobre los vínculos de la campaña presidencial de Donald Trump con el Rusia se le complican al gobernante después de conocerse que, pese a que ya hacía campaña electoral para ser presidente de Estados Unidos, perseguía intereses comerciales con ese país.
El abogado personal de Trump y entonces consejero jefe de su grupo de empresas, Michael Cohen, confirmó ayer que cuando ya llevaba cuatro meses de campaña para la Presidencia de Estados Unidos, el magnate firmó una “carta de intención” para levantar en Moscú una enorme Torre Trump como la que tiene en Nueva York y que alberga las oficinas centrales de su organización empresarial.
Estas informaciones contradicen lo dicho anteriormente por el propio Trump, que ha reiterado en sus declaraciones públicas que sus negocios inmobiliarios “no tenían ninguna relación con Rusia”. Los abogados de Cohen han entregado a los investigadores del Congreso que indagan sobre la supuesta interferencia del Kremlin en las elecciones estadounidenses para beneficiar a Trump, decenas de documentos y correos electrónicos de su campaña electoral, incluyendo varios relacionados con el proyecto de llevar a cabo estos planes inmobiliarios en Moscú. La declaración de Cohen asegura, sin embargo, que la decisión de emprender ese proyecto de la Torre Trump de Moscú, lo mismo que la posterior de abandonar el plan, “no guardaba relación con la Campaña de Donald J. Trump a presidente”. La noticia de estas negociaciones fue primeramente destapada por The Washington Post, que indicó que dichos tratos se llevaron a cabo a finales de 2015 y principios de 2016, bastante después de que Trump anunciase su candidatura.