Recientemente como si se tratara de una comedia, el Presidente de la Junta Central Electoral (JCE) Dr. Roberto Rosario Márquez, denunció públicamente que supuestamente el Embajador estadounidense, James W. Brewster “lo está presionando y amenazando¨, en relación al tema electoral, creyendo dicho Presidente que la gente inteligentes le creerán esa falacia.
Dicen que el que cuenta, muchas veces no cuenta las cosas como son o como deberán ser, y lo que no ha dicho Roberto Rosario, es que ahí, en esa Junta Electoral, las cosas no andan por buen camino, según la percepción de los embajadores extranjero, entre lo que están James W. Brewster, de los Estados Unidos. La denuncia de que le quitarán la visa, no es una cosa del otro mundo, pues por lo menos no le quitarán la nacionalidad dominicana, como hizo Roberto Rosario Márquez con un grupo de dominicanos pobres e indefensos, sin ningún tipo de reparo, ni misericordia; por el contrario fue uno de los verdugos más rudo del sistema, en la aplicación de la sentencia 168-13, puesta a circular por un grupo de anti patriota del Tribunal Constitucional.
Gracias a Dios que existe un país como los Estados Unidos, al cual el Oro corruptor no lo detiene para expresar sus verdades sobre la situación electoral dominicana, además de que ellos, los americanos, tienen sus propios numeritos que no son precisamente los de las encuestas dominicanas influidas por los vientos que soplan del PLD, ni por los scáner electrónicos que supuestamente son muy exacto para contar los votos que serán emitidos.
También se dice como un refrán popular ¨el que tiene las lágrimas lejos comienza a llorar temprano¨ y parece que el preludio de lo que viene para Roberto Rosario Márquez, no es tan halagüeño y por eso comenzó desde ya a llorar bien temprano, para luego decir que su retiro de visa o privilegio o las acusaciones futuras son resultado de una retaliación política o intromisión en los asuntos soberanos e internos del país, cuando en realidad se debe a las cuentas viejas no pagada de violación a los derechos humanos de los infelices.
El tema del conteo de los votos, parece desde ya que traerá un poco de problemas, tanto para quienes los cuentan, como para quienes le serán contados y los Estados Unidos, que es una nación respetuosa de la ley, parece que no está dispuesto a callar ni las verdades ni las mentiras, en lo relativo a las elecciones, los votos, el conteo, las encuestas y los escáner, y eso mueve a preocupación a los miembros del partido de gobierno incluyendo su influyente seguidor Roberto Rosario Márquez, quien desde ya y antes de terminar el conteo, está sintiendo presión, amenazas y temores de los que le puede venir si intenta torcer la voluntad popular.
El mismo Roberto Rosario Márquez, es la persona que declara en cada momento, cosa que no son de su competencia, sino del Ministerio de Relaciones Exteriores, del Presidente de la República o del gobierno, de donde recae la sospecha, que tiene delirio de que es Presidente de la nación, o se comporta como uno de los miembros más aventajado del PLD, y esas cosas caen muy mal en los ámbito de cualquier nación extranjera que se respete y que no se deje comprar por relaciones amistosas indebida o dinero obtenido de manera incorrecta, así que, los temores y miedo del Presidente de la Junta Central Electoral, están bien fundado, pero no por las amenazas del embajador americano, sino por su declaraciones, comportamiento, actuación y sospecha que ha sembrado su presidencia.