La dignidad es una cualidad que nos hace valer como seres humanos, es un valor intrínseco que acompaña la moral del hombre durante toda su vida, que nos encamina hacia un comportamiento responsable, serio, respetuoso de sí mismo y de las demás personas.
Si hay una persona que consagre estos conceptos de la palabra dignidad en el ejercicio de sus potestades públicas es el Fiscal. Es en este funcionario del sistema de justicia donde se da inicio a la protección, resguardo y restitución de los derechos fundamentales de los ciudadanos por un mandato expreso de la Constitución Dominicana, lo cual podemos apreciar en su artículo 169 párrafo I, esto quiere decir que la labor de los fiscales no solamente va orientada a judicializar un proceso penal ante los tribunales, sin embargo, este último aspecto es el que aprecia la sociedad.
La dignidad del Fiscal regular y constantemente resulta ser mancillada por personas y medios de comunicación que no tienen la más mínima preparación ni conocimiento sobre aspectos jurídicos de ninguna índole, los cuales por el poder que les otorga el hecho de tener acceso a un micrófono, entienden que el proceso penal se debe manejar conforme a su interpretación popular de la norma, situación absolutamente improcedente y vergonzosa que denota la ignorancia profunda y el desinterés de contribuir al Estado de derechos que inició nuestra sociedad el 26 de enero de 2010.
Frente a la situación indicada anteriormente, dando ejemplo de unidad y fortaleza los fiscales recurrieron a la honorable Procuradora General de la República en fecha 01 de junio de 2022 con la finalidad de que se respete la dignidad de todos los miembros del Ministerio Público, en el entendido que, ante cualquier comentario infundado por la vía que fuere, en muchas ocasiones provenientes de personas atadas a procesos penales en calidad de imputados, provocaba la reprimenda pública contra el Fiscal, dando inicio a una investigación disciplinaria que solo contribuyó a su desmérito como profesional, a la degradación moral propia y a la de su familia, al oprobio de su integridad, los cuales son valores intrínsecos de las personas y no se reparan, no se restituyen aún con una disculpa, lo cual nunca ha sucedido ni en términos institucionales ni personales.
Exigimos ¡Respeto a la Dignidad del Fiscal!
Por: José Lenin Hernández Cuello, M.A.
Ministerio Público
Uno de los mejores maestros
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