VIENA. Entre 20 y 50 supuestos refugiados, cuyas nacionalidades por el momento se desconocen, han muerto asfixiados cuando viajaban por Austria en un camión frigorífico, informó hoy la Policía austríaca.
Los cadáveres se hallaron en un camión abandonado que estaba aparcado en una zona especial para vehículos averiados en la autopista A4, entre el lago Neusiedl y la localidad de Parndorf, en el Estado federado de Burgenland, fronterizo con Hungría.
El director de la Policía de ese estado, Hans Peter Doskozil, cifró en una rueda de prensa entre 20 y 50 el número de cadáveres hallados en el compartimento de carga de un camión de 7,5 toneladas de procedencia eslovaca.
La Policía ha lanzado una operación para dar con el conductor del vehículo, del que no se tiene ningún rastro.
Los investigadores consideran que el camión estaba aparcado en el mismo lugar desde ayer y el primero en alertar de lo sucedido fue un empleado del servicio de mantenimiento de autopistas, que llamó hoy a la Policía al ver el vehículo abandonado.
Cuando los agentes abrieron el camión, los cadáveres ya mostraban señales de descomposición, explicó Doskozil, que no quiso entrar a precisar las razones exactas de los fallecimientos, a la espera de los análisis forenses.
La Policía austríaca ha reforzado los controles de los pasos fronterizos para tratar de dar con los responsables.
“Esta tragedia nos ha conmocionado a todos”, declaró la ministra del Interior, Johanna Mikl-Leitner, en una rueda de prensa en la ciudad de Eisenstadt recogida por los medios austríacos.
“Los traficantes de personas son criminales” que sólo buscan provecho económico, agregó Mikl-Leitner, y prometió hacer todo lo posible para dar con los responsables.
Este suceso se produce cuando en Viena una conferencia, en la que participa la canciller alemana, Angela Merkel, debate sobre cómo hacer frente a la crisis de refugiados en la región de los Balcanes.
Los participantes en la reunión guardaron un minuto de silencio por los fallecidos.
Una oleada de refugiados, en su mayoría procedentes de países en conflicto como Siria y Afganistán, han llegado en las últimas semanas a los países de los Balcanes occidentales en su ruta hacia Europa Occidental, donde esperan conseguir asilo político.
La denominada ruta de los Balcanes lleva a los refugiados de Turquía a Grecia, Macedonia y Serbia, desde donde alcanzan Hungría, el primer país de la zona Schengen en su viaje, lo que les facilita el libre tránsito por 26 Estados europeos.
La Policía húngara ha informado de que ayer interceptó a 3.241 personas, entre ellos 700 menores, tras cruzar la frontera de manera ilegal desde Serbia, un número que supone un récord de entradas en el país en un solo día.