Puerto Rico: Dominicano asesina a su ex-esposa de 3 disparos y luego se suicida

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SAN JUAN, Puerto Rico.– Un dominicano mató a su exesposa de tres balazos y se suicidó de un tiro en la cabeza en las parcelas Carraízo, del municipio Trujillo Alto.

La víctima es Ana María Morris Colón, de 60 años, y el homicida-suicida Manuel Jesús de los Santos, de 64, quienes estaban separados desde hacía cuatro años.

Morris Colón, quien laboraba en una empresa de telecomunicaciones en el pueblo de Cataño, se encontraba sola en su vivienda alrededor de las 2:00 de la madrugada de este miércoles y De los Santos llegó con una pistola y dos revólveres.
Vecinos dijeron que la pareja empezó una acalorada discusión.
En un momento de la discusión, De los Santos llamó por teléfono a un hermano de Ana María, que reside en Estados Unidos y quien luego llamó a la Policía para informar que había escuchado tres tiros, luego hubo silencio y finalmente otra detonación.
Tras la alerta, varias patrullas acudieron a la casa, ubicada en la carretera 175, y encontraron los dos cadáveres en una habitación, donde además recuperaron las tres armas.
La pareja había procreado dos hijos, los cuales residen en Estados Unidos.
Olga Muñoz, que vive a corta distancia de la casa donde ocurrió el asesinat0-suicidio, dijo que la despertaron cuatro disparos que resonaron en el silencio de la noche. Lo primero que hizo fue ir a la habitación de su hija para abrazarla y protegerla porque pensó que se trataba de una balacera entre delincuentes.

“Estamos durmiendo y de momento se escucharon cuatro disparos, yo automáticamente abrazo la nena porque por aquí han pasado otras cositas, pero como ya estamos acostumbrados a que esto pasa a cada rato seguimos durmiendo”, detalló Muñoz, para quien los sucesos fueron unos inesperados ya que jamás pensó que dos personas de la tercera edad que ni sabían de su separación fueran los protagonistas de un caso de asesinato y suicidio.

Dijo que nunca observó indicios de que la mujer hubiese sido sometida a un patrón de maltrato.

“Los vimos juntos, en ningún momento vimos peleas. No vimos nada”, respondió Muñoz, quien exhortó a las mujeres a que no guarden silencio, que no cancelen las órdenes de protección y que se separen por completo del victimario. “No se queden calladas, tienen que hablar”.

Los vecinos ni sabían que estaban divorciados porque él siempre hablaba de su esposa ignorando su separación y ella reservada, disimulaba la angustia que la consumía.

De hecho, la mayoría de los vecinos entrevistados solo destacaban cualidades del victimario.

“Yo no sabía que ellos estaban divorciados porque él me habló de lo que tenía sembrado ahí. Se veía una persona lo más amigable y lo más tranquila. Ella hacía años que la veía. Nunca se oía nada”, comentó Lydia Montalvo, una comerciante del sector, quien aconsejó a las mujeres a que si se separan por violencia de género a no reconciliarse con su agresor.