Caracas, (EFE).- Las protestas por alimentos en Venezuela dejaron hoy una nueva víctima, con lo que ascienden a cuatro los fallecidos en las últimas dos semanas, en momentos en que el presidente Nicolás Maduro ha invitado a la oposición a sentarse a dialogar para atender los problemas que atraviesa el país.
El estado Mérida, en el occidente del país, fue escenario de saqueos de comercios después de que vecinos de la población de Lagunillas protestaran al no lograr comprar leche, una situación que se ha repetido en los últimos días en varias zonas del país.
El diputado de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) por el estado Mérida Carlos Paparoni indicó en un comunicado que en el hecho murió Jean Paul Omaña, de 17 años.
«Cuando la gente fue para allá a comprarla (leche), resulta que no había y ahí empezó la molestia de las personas. Se salió de control la seguridad del lugar y desencadenó una ola de saqueo en los comercios privados aledaños al lugar», narró Paparoni.
El diputado afirmó que Omaña, según informaciones que maneja, «presentó una herida por arma de fuego en el cuello», además de los perdigones disparados por efectivos policiales.
«Se debe investigar qué pasó ahí, porque el encargado de Seguridad y Paz del estado Mérida declaró hoy diciendo que los funcionarios de seguridad no portaban armas de fuego, pero este joven fue herido con una», afirmó Paparoni.
Ayer el secretario general de la plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, señaló que en las protestas ocurridas en los últimos días han muerto tres personas.
La oposición se refirió a los casos de Jenny Elizabeth Ortiz Gómez, que falleció el pasado 5 de junio en el estado Táchira (oeste); de José Antonio Tovar, quien murió cuatro días después en la barriada de Petare en Caracas, y de Luis Josmel Fuentes, cuyo deceso ocurrió el pasado sábado después de las protestas registradas el viernes en un tramo de la carretera Cariaco-Cumaná.
Las manifestaciones en Mérida tuvieron lugar un día después de los disturbios ocurridos este martes en la ciudad de Cumaná, la capital de Sucre, en los que fueron detenidas 400 personas, según informó hoy el gobernador de la entidad, Luis Lacaña.
«Tenemos detenidas personas que fueron tomadas saliendo de establecimientos con productos y con cosas, y ahí se les detuvo y están siendo revisados en este momento por la Fiscalía, por un fiscal especial», afirmó Lacaña al canal privado Globovisión.
Varios de ellos son menores de edad según indicó el gobernador, que no precisó el número exacto de detenidos.
En Cumaná fueron afectados comercios, mientras que en Mérida fueron atacadas sedes de la empresa pública Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) y la casa del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Los focos de protestas se han incrementado en las últimas semanas ante el malestar de decenas de personas que aguardan varias horas a las afueras de comercios públicos y privados para adquirir productos de la canasta básica.
Entre los artículos que escasean en los principales mercados del país están el arroz, aceite, pasta, leche, harina de maíz, harina de trigo y pan, así como productos de higiene y de limpieza.
El desabastecimiento en el país no solo afecta al sector alimenticio, sino también al de salud debido que al menos 872 tipos de medicamentos no se consiguen.
En medio de este panorama, el jefe de Estado aseguró este martes que está dispuesto a sentarse a dialogar con la oposición «para que Venezuela resuelva los problemas».
Además insistió en las demandas que el chavismo ha presentado en contra de las firmas presentadas por la oposición para apoyar la convocatoria de un referéndum revocatorio en su contra.
Maduro invitó a un diálogo apoyado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el exjefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los expresidentes Leonel Fernández, de República Dominicana, y Martín Torrijos, de Panamá.
Pero de momento la oposición no se ha pronunciado sobre la propuesta del gobernante. EFE