Oncólogo atendía a Quirinito afirma recibió quimioterapias

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Santiago. El oncólogo que atendió a Pedro Alejandro Castillo Paniagua, alias Quirinito, declaró ayer que luego de varios exámenes se determinó que este padecía un carcinoma epidermoide en la lengua y que recibió dos sesiones de quimioterapia, de las seis que formaban parte del tratamiento.

El doctor César Augusto Núñez, que labora en la Clínica Unión Médica, explicó en un comunicado que Quirinito acudió a su consulta remitido por la procuraduría y el director de la cárcel de San Francisco de Macorís, el 11 de enero de este año junto a su esposa Jennifer Domínguez y un nutrido cuerpo de seguridad.

“Luego de la historia clínica y evaluación física, se indicaron estudios que tiempo después arrojaron que este paciente padecía un carcinoma epidermoide de lengua en etapa clínica IIIB, esos resultados histopatológicos están en los archivos de Patología del Laboratorio “LAPCI” que opera en la clínica donde tengo mi consultorio, por lo que los interesados, incluyendo la procuraduría y todo el que quiera, pueden acceder a estos luego de los trámites correspondientes”.

Núñez explicó además que la primera quimioterapia se le aplicó el 31 de marzo de este año; y la segunda el 12 de abril, y a esa cita el paciente asistió en compañía de su esposa y de varios custodias.

Del centro médico fue trasladado al Centro de Corrección y Rehabilitación Vista al Valle, de San Francisco de Macorís, donde Quirinito cumplía 30 años de prisión por el asesinato de Gustavo Adolfo Cervantes (Waikiki).

Días después de aplicársele la última quimioterapia el doctor Núñez se enteró que había sido excluido del caso médico.

Según sus explicaciones, la medida se tomó “porque el procurador solicitó que el paciente fuera evaluado en el Instituto Oncológico de San Francisco de Macorís, por una sentencia de la magistrada Aleyda Acosta, quien dispuso que por su condición de interno lo trataran los médicos del Inacif y del Instituto Oncológico de San Francisco de Macorís”.

Asimismo explicó que, al margen del escándalo que se ha generado en torno al caso de Quirinito, en su condición de oncólogo es su deber asistir a todo paciente sin importar su condición económica ni social.

“Se ha querido torcer y tergiversar los hechos, pero desde el punto de vista médico, en lo que a mí concierne, se cumplió con un protocolo para determinar la real condición de ese paciente. Un diagnóstico de cáncer no es un diagnóstico que se saca cual si fuera magia o sacar un as debajo de la manga, sino que lo da un patólogo”.