GINEBRA. La Organización Mundial de la Salud (OMS) se apresta a anunciar mañana que Sierra Leona ha logrado interrumpir la transmisión del virus del ébola y que entra en un periodo de alta vigilancia para evitar que la enfermedad resurja.
Si no surge ningún nuevo caso en las pocas horas que quedan de hoy, mañana, 7 de noviembre, Sierra Leona será declarado “país libre de la transmisión del ébola” por la OMS.
Ese certificado se dará tras cumplirse 42 días desde que diera negativo el segundo test de diagnóstico al último paciente infectado en el país.
Veintiún días es el periodo de incubación del virus en los humanos.
A partir de mañana empiezan 90 días de intensa vigilancia para evitar que la enfermedad resurja.
Hasta la fecha, en Sierra Leona 14.089 personas se han infectado con el virus, de las cuales 3.955 han muerto.
El pasado 9 de mayo, la OMS anunció el fin de la transmisión del ébola en Liberia, lo que convirtió a este pequeño país de África occidental en el primero de los tres más afectados en superar el contagio de esta letal enfermedad.
No obstante, el 29 de junio, el virus volvió a ser identificado e infectó a seis personas, de las cuales dos murieron.
Posteriormente, el 3 de septiembre, la OMS volvió a declarar a Liberia “libre de transmisión de ébola”.
Si todo sale bien y mañana Sierra Leona también es certificada, sólo quedará Guinea Conakri como el único país con un brote activo de ébola.
Es por ello que la vigilancia debe redoblarse, porque mientras el virus esté latente en un país, puede infectar de nuevo a ciudadanos de otra nación.
No obstante, el virus está en fase de control, dado que en la semana que acabó el 1 de noviembre sólo se detectó un nuevo caso en Guinea.
Se trata de un recién nacido hijo de una mujer contagiada con el virus y que murió durante el parto.
El recién nacido y dos de sus hermanos, también contagiados con el virus, están recibiendo tratamiento.
La principal preocupación es que los tres casos confirmados la semana anterior tuvieron contacto con decenas de personas, lo que a pesar de su control, ha encendido las alarmas.
La OMS ha alertado en reiteradas ocasiones de que hasta que no haya ningún caso y se haya superado el periodo de extrema vigilancia de 90 días en las tres naciones, el peligro del resurgimiento de la enfermedad sigue patente.
El primer caso de ébola surgió en Guinea Conakry en diciembre de 2013, en marzo de 2014 se supo del brote y rápidamente se tuvo constancia de que el virus se había expandido a los países vecinos de Liberia y Sierra Leona.
En casi dos años la epidemia ha causado 29.607 infectados, de los cuales 11.314 han muerto.