SANTO DOMINGO.- Como “una canallada” calificó la presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, Miriam Germán Brito, los cuestionamientos que le hizo el procurador Jean Alain Rodríguez durante su evaluación ante el Consejo Nacional de la Magistratura.
“Eso fue una violación al debido proceso y una canallada, porque el reglamento dice las formas en que deben presentarse las objeciones”, indicó.
Explicó que “las denuncias anónimas así como las de un juez, de las cuales hizo uso el procurador fueron motivadas por mi voto disidente en el caso Odebrecht”.
En la segunda denuncia se señalaba que la Magistrada posee una villa en San José de Ocoa y un apartamento en Gascue que, supuestamente, puso a nombre de un hijo suyo, al que el Procurador calificó de testaferro.
En una tercera denuncia el Procurador refiere que un juez le aseguró que Germán Brito le pidió que “si se podía hacer algo” en cuanto al caso del condenado por narcotráfico y lavado de activos Winston Rizik Rodríguez, conocido como “El Gallero”.