CARACAS. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que en las elecciones legislativas del pasado domingo “ganaron los malos” y apuntó que la oposición, que ahora es mayoría en el Parlamento, ya ha sacado su “odio” y ha anunciado, supuestamente, que derogará las leyes “del poder popular”.
“Se impusieron los malos, ganaron los malos, ganaron como ganan los malos, con la mentira con el engaño, con la oferta engañosa, con la estafa”, dijo el presidente durante su programa de radio y televisión “En contacto con Maduro”.
El mandatario reiteró que la derrota que sufrió el chavismo el pasado domingo, cuando la oposición logró 112 diputados contra 55 del oficialismo, es un “revés electoral” y que su Gobierno sigue de pie pues contó con el apoyo de los 43 % de los votos que se emitieron en las legislativas.
“En Venezuela no ganó una oposición democrática, ganó una contrarrevolución, utilizando la Constitución, y lo primero que hicieron es sacar su odio, su odio desmedido”, dijo Maduro al señalar al diputado electo opositor Henry Ramos Allup de sacar “su desprecio” y “racismo social”.
El gobernante señaló a Ramos Allup de amenazar a los trabajadores de los medios de comunicación de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) después de que este dijera hoy que estos medios sufrirán cambios y los directivos serán removidos.
“Si hubo un cambio, pero todo anuncia que el cambio fue para peor, fue para mal, ya anunciaron que van a derogar las leyes del poder popular (…) ya anunciando todo su plan desmedido contra la unión de América Latina y El Caribe, pero particularmente contra los trabajadores de la ANTV (canal del Parlamento)”, dijo.
El gobernante exhibió los vídeos con las declaraciones de Ramos Allup aunque no especificó en qué momento la oposición hizo supuestos anuncios sobre la derogación de leyes o contra la unión de los países de la región.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció ayer los últimos resultados de las legislativas del domingo con los que se confirma que la oposición obtuvo 112 diputados, lo que significa una mayoría “calificada” de dos tercios que le permiten tomar las más altas decisiones que puede tener el Poder Legislativo.