Brasil. La Policía Federal tiene listo un avión para trasladar al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva de Sao Paulo a Curitiba, donde debería ingresar en prisión hoy mismo de acuerdo con el auto dictado por el juez Sergio Moro.
«Él (Lula) puede venir en avión particular y presentarse aquí o si se presenta en Sao Paulo, puede venir con la aeronave de la Policía Federal», que está «lista» para su traslado, dijo a un grupo de periodistas Jorge Chastalo Filho, jefe del equipo de custodia y escolta de la Policía Federal de Curitiba.
El juez federal Sergio Moro dictó en la víspera un auto de prisión que da a Lula hasta las 17.00 hora local (20.00 GMT) de este viernes para entregarse en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba para cumplir una condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero.
«Está todo preparado, claro que hay circunstancias que no podemos anticipar porque puede presentarse aquí o en Sao Paulo o no presentarse, entonces existen todas esas circunstancias», comentó el agente.
No obstante, declaró que es «bien probable» que la acción ocurra en Sao Paulo, dado que el exmandatario se encuentra en la sede del sindicato de los metalúrgicos, en la región metropolitana de la capital paulista, y no aclarado si acatará la orden de Moro y se presentará voluntariamente en Curitiba.
En caso de no hacerlo, Lula podría ser arrestado en cualquier momento si continúa en la sede del sindicato, pero si decide irse a su domicilio particular, la legislación impide su detención entre las 18.00 y las 06.00 de la mañana del día siguiente.
«Ejecutaremos el mandato (de prisión) en el momento más oportuno», añadió el agente.
El ex jefe de Estado, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y pretende ser candidato en las elecciones de octubre próximo, será recluido en una «sala especial» en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, que cuenta con «una cama, una mesa con sillas y un baño» y está aislada del resto de detenidos.
El espacio reservado para Lula, que de acuerdo con Chastalo «hace quince días» que se «está preparando», tiene 15 metros cuadrados, se ubica en el cuarto piso de la sede y se ha habilitado en virtud de su condición de exmandatario.
En los alrededores de la sede la Policía, en Curitiba, un manifestante colocó hoy un muñeco de paja, del tamaño de una persona, que cargaba una bola de presidiario, para denunciar la corrupción en el país. Otro llegó con una camiseta del juez Sergio Moro.
Lula fue condenado en julio del año pasado por Moro, encargado en primera instancia de las investigaciones del caso Petrobras, por el que fue sentenciado Lula, a 9 años y 6 meses de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
El juez dio por comprobado que el expresidente se benefició de un apartamento en la playa a cambio de favorecer a la constructora OAS en la adjudicación de contratos públicos de Petrobras.
La condena fue ampliada hasta los 12 años y 1 mes por un tribunal de apelación y Moro dictó el auto de prisión menos de un día después de que el Tribunal Supremo negara un «habeas corpus» a la defensa de Lula.