La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) exhortó al Consejo Nacional de la Magistratura a escoger como nuevos miembros para las altas cortes personas idóneas por su capacidad profesional, su honestidad, integridad moral e imparcialidad política, así como alto sentido patriótico.
Asimismo que se hagan mayores esfuerzos por la institucionalización de la Justicia, “de modo que nadie pueda ir a los cargos públicos a enriquecerse ilícitamente y de manera impune, con lo que se priva a amplios sectores de la población del acceso a la alimentación, salud, educación y la vivienda”.
En este sentido, la CED valoró el hecho de que cada vez más la ciudadanía se empodera y toma parte cada vez más activa en la lucha contra la corrupción.
La CED estableció la posición mediante un comunicado a propósito de la celebración de la Asamblea Plenaria número 55.
Violencia. La CED abogó por una clima de paz ante la atmósfera de violencia que vive el país.
Pidió a las familias comprender que el amor, el perdón, el diálogo y la reconciliación son valores esenciales para mantener la unidad y controlar la agresividad que produce tanto dolor en los hogares.
Asimismo valorar y respetar la dignidad de cada ser humano y que se vea al otro como a un verdadero hermano; mantener la unidad en la diversidad y aceptar la diferencia. Además luchar sin desmayo por la paz social y el buen entendimiento.
Llamó a la población dejarse llevar de la luz del Espíritu Divino para tener dominio de las pasiones desenfrenadas.
Aborto. Los obispos reiteraron su posición para que se mantenga la penalización del aborto en todas sus formas, ya que sería un grave error dejar entrar a la legislación local una acción que vaya directamente en contra la vida y del orden constitucional.
Exhortaron a los diputados a ratificar la decisión del Senado para que finalmente se pueda aprobar el Código Penal, pieza jurídica que por años ha estado reclamando la sociedad dominicana.
Aseguraron que ha habido una campaña mediática a favor de la legitimación del aborto y que son “conscientes de las presiones políticas, nacionales e internacionales a las que en muchas ocasiones son sometidos nuestros legisladores”, tras insistir en que legislar a favor del aborto va en contra de la naturaleza y la Constitución.
La CED exhortó a todos los católicos auténticos y a los hombres y mujeres de buena voluntad, a no dejarse persuadir “por los dogmáticos que enfatizan de manera irracional y contra todo principio moral y constitucional la legalización del aborto”
“Estos propagandistas del aborto montan campañas agresivas para convencer a la sociedad de que con la despenalización del aborto se defienden los derechos y la dignidad de la mujer y se reduce la mortalidad materna, cosa que no se corresponde con la verdad”.
