El proceso de los desechos de desperdicios humanos deben agotar un transcurso en el que involucra la recogida de basura. En el caso de que no se cumpla con la función de llevar los desechos de basura a un lugar correcto, los mismos moradores deben recurrir a una solución y muchos utilizan las cañadas como depósitos.
Botellas de plástico, bolsas, envases de comida, inmuebles, y otros residuos no biodegradables se acumulan sin control en las mismas, obstruyendo el paso del agua y aumentando el riesgo de inundaciones durante la temporada de lluvias, así como enfermedades que pueden provocar graves problemas para los residentes cercanos a las cañadas.
La función que cumple una cañada es servir como vía natural para el flujo de agua durante las lluvias, pero lo que se refleja en cañadas del Gran Santo Domingo son vertederos improvisados de desechos.
La acumulación de basura en las cañadas cada día va en aumento, a pesar de que en determinados tiempos los camiones de basura recorren los diferentes sectores para cumplir con su función de recoger los desperdicios, pero las cañadas siguen acumulándolos.
En algunos sectores no solo es basura lo que llega a estas encargadas de llevar las aguas a los ríos, también posan los líquidos cloacales o mejor dicho el agua de las cloacas.
Las cañadas como Las 800 ubicada en el sector Los Ríos, Guajimía en Herrera, Yaguasa que divide a Guaricanos y Villa Mella, son almacenadoras de cloacas y desperdicios que posan desde hace años. La basura que no va a los contenedores o no es recolectada por los ayuntamientos recorren desde las cañadas y arropan los ríos, las playas o cualquier corriente de agua como destino final, como los mares.
En el caso de la cañada Guajimía, esta circula hasta llegar al río Haina y este sigue su paso hasta el mar Caribe. Las 800 y Yaguasa circulan hasta el río Isabela, siguen su paso al conectar con el río Ozama y llegar al mar Caribe.
Muchas veces la basura sigue el camino junto con las aguas de los ríos y quedan atrapadas ahí, otras veces, como es el caso de la de Guajimia, llevan meses, incluso años acumulados en el mismo lugar. En la mayoría de las cañadas circulan más plásticos que el agua, siendo las botellas y el foam los más abundantes, así se observó mediante el recorrido realizado por este medio.
La falta de educación y conciencia, combinada con el arrastre de la indiferencia hace que muchos barrios estén rodeados de enfermedades y tragedias.
VILLA MELLA
La cañada de Yaguasa divide al sector Guaricanos con el de Villa Mella, por el cúmulo de basura que almacena obstruye la vía por la que el agua debe seguir su rumbo y “cuando llueve mucho esa cañada sube y llega hasta la cancha”, contó Nicolás Alcalá, residente cercano al lugar, quien también expresó que las autoridades de ese municipio “no limpian las cañadas”.
Si las cañadas aumentan su volumen de agua fuera de lo normal, con ellas también se elevan los problemas de la gente; inhabilita el paso, produce inundaciones en casas y diversas zonas y hasta puede provocar la muerte.
Como comunitarios que tienen tantos años viviendo con el descuido que mantiene las cañadas, en el sector Los Guaricanos ya están acostumbrados a vivir en esas condiciones, acompañadas del mal olor que depositan las cloacas en el agua.
CAÑADA GUAJIMÍA
La cañada que por muchos años ha sido y es el problema el dolor de cabeza de los moradores del sector Herrera del municipio Santo Domingo Oeste es la de Guajimía.
En esta también es donde posa la mayor acumulación de desperdicios, hasta colchones, lavadoras, estufas y ropa se mantienen aclamados por largos periodos.
Desde noviembre de 2023 fue la última vez que, en una de las zonas de Guajimia, las autoridades hicieron una limpieza, según un morador quien prefirió no revelar su nombre.
Varios habitantes revelaron que la proliferación de enfermedades infectocontagiosas es uno de los males que les afectan. Asimismo, señalaron que la propagación de hongos, virus, bacterias y parásitos ha afectado a varios munícipes, especialmente a niños.
¿A DÓNDE VAN ESOS RESIDUOS PLÁSTICOS?
Según datos de una investigación realizada por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) en noviembre pasado, el río Ozama transfiere entre un 40% y un 90% de los residuos plásticos flotantes que circulan sobre su cauce directamente al mar Caribe.
Para realizar esta investigación utilizaron rastreadores y herramientas de inteligencia artificial y demostraron que los desechos plásticos flotantes se transfieren a través de la secuencia cañada-río-mar.
Intec arrojó en diferentes zonas del río los rastreadores y detectó que el traslado de residuos desde la cañada al río es de un 40%, mientras que desde la cañada directamente al mar en un 26%.
¿QUÉ DICEN LOS EXPERTOS?
Al contactar a Luis Herrera, quien pertenece a la Fundación Vida Azul, explicó que la basura que llega al mar y al río Ozama o Isabelita causan estragos a la fauna y flora marina que se encuentran en esa zona.
Señaló que esa misma basura que llega a la costa es por una falta de desorganización a la hora de recoger las mismas.
Mencionó que la falta de conciencia hace que las personas tiren la basura pensando que alguien las va a recoger o que no tienen dónde tirarlas.
Agregó que el foams es un plástico que se encuentra en todas las costas del país, ya que es un material que a las personas se les hace fácil utilizar y por eso “donde quiera lo vas a encontrar”.
EVIDENCIAS
Un niño caminando sobre desechos acumulados en la playa Montesino ubicada en la provincia Santo Domingo, dicha playa desemboca en el mar Caribe, llevando consigo estos desperdicios.