La violencia Social y la impunidada sigue en aumento

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SANTO DOMINGO. La violencia social que impera en el país, puesta de nuevo a flote con cuatro homicidios y varios atracos a mano armada reportados en menos de cinco días, constituye un reto para el presidente Danilo Medina, y las instancias del gobierno que deben velar por la seguridad ciudadana.

El estudio Índice Global de Paz 2016, que publica BBC Mundo, coloca a República Dominicana en la posición 99, entre los países más violentos de América Latina, con una calificación de 2,143, por encima de Haití y por debajo de Brasil.

Lo peor, es que no se percibe un plan concreto de parar a tiempo la situación, con medidas contundentes.

Así lo plantean el sociólogo y el abogado y director ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia, (Finjus), César Cuello y Servio Tulio Castaños Guzmán, respectivamente, quienes afirman que no ha habido decisiones, ni estrategias para superar el tema de la violencia y que enviar más policías a las calles no resuelve la falta de seguridad.

Mientras tanto, el rector de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD), reverendo padre Jesús Castro Marte, propone mayores control a las personas que se transportan en motocicleta, porque la gran mayoría de los malhechores utilizan ese medio de transporte para cometer sus fechorías y desarmar a la población.

Para el experto en seguridad ciudadana, Daniel Pou, lo que sucede es que el Estado nunca ha podido organizar de manera exitosa un plan de seguridad.

“El tema de la violencia no es tirar más policías en la calle, no son medidas coyunturales, sino que tiene un trasfondo social muy profundo que tiene que ver con el caldo de cultivo en esta sociedad para la violencia, sobre todo la pobreza, la desigualdad en la distribución del ingreso y el de la impunidad”, dijo Cuello.

Otro tema que el sociólogo considera importante es y que está pendiente, es el de reforma policial y profesionalización de la Policía Nacional, cosa de los habla mucho, pero nunca se llega a concretar.

De su lado, el director ejecutivo de Finjus, considera imposible atacar el problema si no existe la unión y cooperación entre la Policía Nacional y el Ministerio Público, instituciones que han sido deficientes en los roles que les corresponden jugar, de manera particular.

También entiende que el problema de la seguridad no se puede abordar con las estructuras que operan desde la Policía que la ha separado de la ciudadanía y sin la colaboración y voluntad política del Gobierno.

En cuanto a la opinión del reverendo Castro Marte, este se basa en la necesidad de prevenir desde el seno familiar, fortaleciéndola, porque cuando se crece en valores, disminuye la delincuencia.