Naciones Unidas llega en octubre de 2015 a su 70 aniversario en medio de grandes desafíos para la humanidad, algunos de ellos sin precedentes desde su fundación.
El 24 de octubre de 1945, apenas unos meses después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, comenzó oficialmente la existencia de la ONU, a partir de la entrada en vigor de su Carta que recoge los principios de la organización.
Los 50 países presentes en la Conferencia de San Francisco, más Polonia, son considerados miembros fundadores de un ente global que en la actualidad reúne a los 193 estados independientes.
El nacimiento de Naciones Unidas está ligado a las aspiraciones de coexistencia pacífica, respeto a la soberanía, igualdad de derechos y libre determinación de los pueblos, en un mundo marcado entonces por la mayor y más trágica conflagración de su historia.
Logros y desafíos
Con la fundación de Naciones Unidas, la comunidad internacional ha podido evitar un nuevo conflicto global como los que azotaron al planeta en la primera mitad del siglo XX. Millones de seres humanos salieron de la pobreza y se produjeron avances en el empoderamiento de la mujer, los derechos humanos y la eliminación del colonialismo.
Sin embargo, las estadísticas demuestran lo mucho que resta por hacer en un mundo donde las inequidades y abusos están lejos de llegar a su fin, con un particular impacto en los países del Sur.
Más de 2.500 millones de personas viven en la pobreza, 800 millones de ellas en su variante extrema, 2.400 millones carecen de las condiciones adecuadas de sanidad y 17.000 niños mueren cada día de enfermedades curables.
El hambre y el analfabetismo azotan a 790 millones de seres humanos, una de cada tres mujeres es víctima de la violencia y la falta de agua potable golpea a cientos de millones.
121 millones de niños y adolescentes nunca han asistido a la escuela o la han abandonado, pese a la promesa de la comunidad internacional de alcanzar una educación para todos en 2015.
Los principios de la Carta son pisoteados en sangrientos conflictos, presentes sobre todo en el Medio Oriente y el Norte de África; crece el fenómeno del terrorismo, las armas nucleares siguen formando parte de las doctrinas militares de las potencias.
El cambio climático amenaza la supervivencia humana.
Desde el Sur y coincidiendo con el 70 aniversario de la organización, muchos países demandan un orden mundial más justo y equitativo, el cese de la injerencia, la asistencia económica y tecnológica de las naciones industrializadas a las más vulnerables, el respeto a la naturaleza y el desarme.
Tendríamos que adoptar cuanto antes compromisos tangibles en materia de ayuda al desarrollo y solucionar el problema de la deuda construyendo otra arquitectura financiera internacional, eliminar el monopolio tecnológico y del conocimiento, y cambiar el orden económico internacional vigente.
Eventos clave en 2015
Coincidiendo con las siete décadas de fundada, la 0NU es en 2015 testigo de eventos dirigidos a transformar el planeta en un sitio de paz, prosperidad y armonía con la madre tierra.
En julio, la capital etíope, Addis Abeba, acogió la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación al Desarrollo, foro donde los países acordaron garantizar los recursos requeridos para el progreso sostenible de la humanidad.
Dos meses después, 120 jefes de Estado y de Gobierno adoptaron en la ONU la nueva agenda de desarrollo sostenible 2015-2030, centrada en la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, el acceso universal a la educación, la salud, el agua y la energía, y la protección ambiental.
La intervención del Papa Francisco, en esta ocasión, supone un fuerte apoyo a la necesidad de enfoques “más humanos” de la ONU.
Resta la cumbre climática de diciembre en París, de la cual se espera un convenio universal vinculante que garantice mantener la elevación de las temperaturas por debajo de dos grados centígrados, a partir de la reducción de las emisiones contaminantes y del impulso a fuentes alternativas de energía, que estén al alcance de todos.
El 70 aniversario es una oportunidad para reflexionar sobre la estructura y la capacidad de esta organización, porque no hemos avanzado lo suficiente en los cambios necesarios
Naciones Unidas tiene que convertirse en la organización para lo cual fue fundada: el impulso desde su seno a la paz y el desarrollo inclusivo de los pueblos.
Pese a los indudables progresos por el trabajo de la ONU, resulta inadmisible que tantos años después de aquel 24 de octubre de 1945, son muchos los retos, entre ellos la urgencia de poner fin a las guerras para enfocarnos en el progreso de la humanidad.
El mundo necesita, más que nunca, una ONU que funcione.