La institución del orden desarrolla una estrategia de acercamiento con la comunidad de cara a la prevención
Desde la óptica del director de la Policía Nacional, el desarrollo de cualquier país depende de un q de seguridad capacitado para dar respuesta a los males que acontecen. Sus 30 años de servicio policial, les permiten al mayor general Edward Sánchez González hacer una reflexión sobre las transformaciones de la uniformada en las últimas dos décadas.
“Esa época de una Policía represiva ya se ha ido desmontando. Hoy día nuestros miembros saben cómo actuar profesionalmente. Hemos venido observando esos cambios, específicamente en la tecnificación y la formación de los miembros. Hoy tenemos otra Policía y con muchas oportunidades de mejoras”, asegura.
En ese sentido, destaca que la institución cuenta con reglamentos para el abordaje a los ciudadanos y el manejo de la inteligencia emocional. “Para demostrar autoridad no hay que ser maleducado. Esto es un trabajo, no se puede personalizar la persecución de un delito”, señala. Aunque reconoce que queda mucho por corregir, resalta que diariamente hay cientos de acciones positivas por parte de los uniformados. Asegura que en caso de que el policía provoque el uso excesivo de la fuerza, inmediatamente los órganos de control son apoderados.
En entrevista para elCaribe, acompañado del director de Asuntos Internos de la entidad, general de brigada Andrés Modesto Cruz, y el director de Comunicación Estratégica, coronel Miguel Balbuena Álvarez, el titular de la institución del orden habla de las acciones implementadas y las proyecciones para continuar fortaleciendo la actuación policial a los fines de que sea más profesional, cercana y apegada al respeto de los derechos humanos.
Al ser abordado por Osvaldo Santana, director de elCaribe, sobre las principales amenazas en materia de seguridad ciudadana, puntualiza en que la lucha contra el raterismo es el día a día de los agentes.
En ese orden, destaca que la uniformada está enfocada en prevenir los despojos en la vía pública, ya que, según dice, es lo que más inquieta a la sociedad, por ello se desarrolla una estrategia de acercamiento con la comunidad, a través de visitas a los barrios para escuchar sus inquietudes.
Con los insumos obtenidos, se elaboran mapas de incidencias de los delitos para focalizar la prevención, perseguir y sancionar a los infractores.
Informa que ya concluyó un levantamiento a nivel general, ordenado por el presidente de la República, para interconectar todas las dotaciones policiales en temas de tecnologías de la información y recopilación de datos. Este plan busca, además, que las personas cuenten con un acceso más cercano al momento de hacer una denuncia.
Hacer cumplir las medidas restrictivas dispuestas para evitar el contagio y propagación de la covid-19, es una responsabilidad que recae sobre los miembros de la Policía Nacional. En este accionar, se han suscitado situaciones de exceso de poder por parte de los agentes y desafío a la autoridad de lado de los ciudadanos. “En ese diario vivir nuestra operatividad estuvo concentrada en la detención. Cientos de miles de personas sometidas a la acción de la justicia, persona que transitan si el debido permiso. Hubo enfrentamientos, agresiones a patrullas que iban a corregir que en un barrio o en una calle haya aglomeración, y entonces agredían a los miembros a pedradas y con botellas”, cuenta.
14 agentes muertos y más de 2,000 contagiados por COVID-19
No obstante, dice que en este proceso, gran parte de la sociedad ha colaborado y que la resistencia al llamado a cumplir lo dispuesto ha sido la excepción.
Resalta el trabajo de orientación dirigido al personal policial a los fines de que se actúe con prudencia, implementando la disuasión y el diálogo más que la confrontación con el objetivo de evitar agresiones innecesarias.
“Aun así continuamos cumpliendo con nuestra misión. Este es un tema de doble responsabilidad; si hay una disposición del Estado, una misión que cumplir, una reglamentación, el ciudadano está obligado a cumplir la ley, porque así como tiene derechos, tiene deberes”, expresa. A causa de la COVID-19, han fallecido 14 miembros y se han infectado más de 2,000 agentes. “Tenemos un año haciendo cumplir las medidas. Nuestros hombres y mujeres siempre han estado firmes y dispuestos cumpliendo con las disposiciones día por día”, dice el oficial.
A las tareas preventivas de patrullaje, asistencia del 911, labores de investigación, asuntos internos, inteligencia, se le sumó dar respuesta a la pandemia, y estar pendientes a los retenes, fiestas clandestinas, negocios abiertos en horas no permitidas y venta de bebidas alcohólicas. Estando consciente de los riesgos que conlleva hacer cumplir las medidas sanitarias en este contexto, informa que se lleva a cabo un protocolo que incluye asistencia psicológica para acompañar a los miembros de la uniformada y a sus familiares.
Sánchez González dice desconocer la fecha en que los agentes del orden serán vacunados contra la covid-19, pero explica que cuando concluya la etapa de inoculación de médicos y personas mayores de 70 años, los policías y militares serán vacunados en las dotaciones a nivel nacional.
Reforma policial
Al referirse a la reforma policial anunciada, dijo que actualmente se trabaja en la transformación institucional, dispuesta por el presidente Luis Abinader. En ese sentido, se concluyó el Plan de Desarrollo Institucional, a cuatro años, que está siendo avalado por el Ministerio de la Administración Pública. La estrategia está fundamentada en ejes como la calidad del servicio y un modelo de seguridad ciudadana cercana a la comunidad. También trata tópicos como responsabilidad de los ciudadanos hacía las instituciones de seguridad, el fortalecimiento institucional, que abarca infraestructuras físicas y tecnológicas, así como la definición de procesos internos, y un reglamento dirigido a fortalecer la carrera policial. Otro pilar se fundamenta en la dignificación de los miembros de la entidad.