WASHINGTON. La fecha límite marcada por EE.UU. para alcanzar un acuerdo de transición en Siria pasó hoy sin que el secretario de Estado, John Kerry, mencionara ninguna consecuencia ni cambio en la política estadounidense, aunque sí pidió contención a Rusia y al régimen sirio para lograr una verdadera tregua.
En mayo pasado, Kerry aseguró que había acordado con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, que la fecha límite para que empezara la transición sería el 1 de agosto, y que si no ocurría nada en los próximos meses, su Gobierno consideraría “una vía diferente”.
En declaraciones hoy a periodistas en Washington, Kerry reconoció que no se había cumplido el plazo, pero no habló de ningún cambio de estrategia por parte del Gobierno estadounidense.
“Esa fecha se estableció con el acuerdo de que las partes iban a poder empezar a negociar enseguida. Pero debido a las continuas operaciones ofensivas del régimen de Al Asad, la oposición vio imposible sentarse en Ginebra y negociar sin cumplirse el cese de hostilidades”, dijo Kerry.
“Casi todo el tiempo desde que se anunció esa fecha hasta ahora se ha consumido intentando tener un cese de hostilidades significativo”, agregó en una comparecencia junto a la canciller de Colombia, María Ángela Holguín, en el Departamento de Estado.
Kerry aseguró que tanto el régimen de Bashar al Asad como el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, han lanzado ataques en el país, y que eso los lleva a meterse en “un ciclo” de violencia y acusaciones mutuas.
“Lo que estamos intentando ahora es asegurarnos de que salimos de ese ciclo y que acabamos con la violencia”, sostuvo el jefe de la diplomacia estadounidense.
“Obviamente, es crucial que Rusia se contenga tanto a sí misma como al régimen de Al Asad y no efectúen ninguna operación ofensiva, igual que es nuestra responsabilidad lograr que la oposición no se implique en esas operaciones”, indicó.
Kerry aseguró que estos próximos días serán “importantes para determinar si Rusia y el régimen de Al Asad van a cumplir” con su supuesta intención de acabar con la violencia e iniciar conversaciones de paz.
“Hasta ahora, las pruebas al respecto son muy preocupantes para todos”, aseguró.
La semana pasada, Kerry advirtió que podría romperse la cooperación estadounidense con Rusia para poner fin a la guerra civil en Siria en el caso de que el plan ruso de crear corredores humanitarios en Alepo resulte ser una “estratagema” con otro propósito, como debilitar a la oposición en esa ciudad.