Roma, 11 may (EFE).- Cuatro premiados con el Nobel de la Paz se reunieron hoy en Roma para lanzar junto a la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) una iniciativa para combatir el hambre y los conflictos en el mundo.
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, destacó en un acto en la sede de la agencia que «no hay paz duradera sin seguridad alimentaria ni seguridad alimentaria sin paz».
Partiendo de esa afirmación, pidió a los galardonados con el Nobel consejos para que la FAO pueda mejorar su labor en el establecimiento de sociedades estables y pacíficas.
«El hambre sigue siendo una de las causas fundamentales de la guerra», apuntó Da Silva, que recordó que la agenda del desarrollo trazada por la ONU para 2030 reconoce que se necesitan abordar en conjunto objetivos como la erradicación de la pobreza y el hambre.
Entre los asistentes al acto estuvo el expresidente de Costa Rica Óscar Arias, quien instó a luchar contra las guerras y las crisis alimentarias, así como a aplicar el Tratado sobre el Comercio de Armas, una iniciativa que él mismo propició.
«Las fuerzas militares son el mayor contaminador del planeta, incluso en tiempos de paz», aseguró Arias, que llamó también a cumplir el «acuerdo de paz con la naturaleza», en alusión al firmado en París en diciembre pasado contra el cambio climático.
El exmandatario pidió reducir el gasto militar, perdonar las deudas y apoyar a los países en desarrollo que invierten en el medioambiente, la salud, la educación y la vivienda, y cada vez menos lo hacen en sus fuerzas armadas.
La defensora yemení de derechos humanos Tawakol Karman insistió en que los países ricos y las grandes fortunas del mundo deberían destinar esfuerzos y fondos para ayudar a los más pobres de forma efectiva.
«Hoy luchamos contra el hambre y también contra las raíces del terrorismo. El terrorismo busca a sus víctimas entre los pobres y busca sus recursos entre los que pasan hambre en una situación determinada», aseguró.
Por su parte, el impulsor de los microcréditos Muhammad Yunus consideró una «vergüenza» que siga habiendo personas que pasan hambre en el mundo, puesto que «los seres humanos pueden hacer cosas mucho más complejas y creativas» que preocuparse por buscar alimentos.
Por eso, enfatizó, es necesario dar prioridad a la lucha contra la inseguridad alimentaria empleando las tecnologías disponibles y rediseñando las instituciones y los conceptos para no repetir las hambrunas del pasado.
Por último, la activista norirlandesa Betty Williams -que compartió en 1976 el premio con Mairead Corrigan por su campaña contra la violencia interreligiosa en Irlanda del Norte- lamentó que todavía mueran en el mundo niños por malnutrición.