SANTO DOMINGO. Hoy es el Día de los Derechos Humanos, y la pregunta es: ¿en qué se ha avanzado y qué falta por mejorar en la República Dominicana?
Juan Carlos Monge, asesor en Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo resume de la siguiente manera: se ha avanzado en la erradicación de la pobreza, en la educación y en tener un Plan Nacional de Derechos Humanos; hace falta reducir los embarazos en adolescentes, la mortalidad materna y la inseguridad, no mezclar la agenda política con la Justicia y garantizar los derechos de los afectados por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.
Los aspectos positivos
Monge se basa en destacar la reducción de la pobreza en el hecho de que se ha invertido en el sector. “Se ha pasado de un índice de 40.2 a 32.1 entre 2010 y 2014, y la pobreza extrema se ha disminuido de 10.7 a 5.8 en ese mismo periodo”, agrega.
Destaca que este avance cumple también con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. “Estas son muy buenas noticias, pero no deben cesar los esfuerzos”, dice. Entiende que el crecimiento económico que exhibe el país debe traducirse en una mayor igualdad y en una mejor distribución de los recursos.
El asesor también habla sobre la inversión en educación que hace el Gobierno, que incluye la asignación del 4 % del Producto Interno Bruto (PIB) para el sector, y la ampliación de la cobertura con la construcción de escuelas.
Indica que la ONU está atenta a los trabajos de elaboración del Plan Nacional de Derechos Humanos, un compromiso que asumió el país hace unas dos décadas, y que ve con optimismo.
Los aspectos negativos
Justicia. “Es importante que haya un sistema de justicia que responda a ese anhelo de justicia pronta y cumplida, que a los actos de corrupción se les trate con todo el rigor, que también haya mensajes para la población, que no solamente se persiga al ladrón de barrio, sino también a aquellas personas que están acusadas adecuadamente”, expresa Monge.
Entiende que este mensaje debe darlo un sistema judicial que no “mezcle la agenda de política con la administración de Justicia”. “De lo contrario la población pierde la confianza en la justicia y el sistema democrático se ve seriamente amenazado, y estas son parte de los derechos que están en las convenciones y pactos internacionales que la República Dominicana ha suscrito y ratificado”, dice.
Inseguridad. Aunque Monge destaca que se ha disminuido la tasa de homicidios en el país, afirma que se necesita fortalecer la Policía Nacional.
“Se requiere unas fuerzas de seguridad que sean fuertes, profesionales, respetuosas de los derechos humanos; un sistema que permita que las denuncias por abusos policiales, por muertes en operativos, sean atendidas adecuadamente, de lo contrario la gente no puede confiar”, dice.
Documentación. Representantes de agencias y programas apoyados por la ONU han acompañado a afectados por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, que establece criterios para la nacionalidad, para que completen su proceso de reconocimiento.
A pesar de los esfuerzos que ha hecho el Gobierno para la documentación de los descendientes de haitianos, Monge comenta que ha habido casos en los que interesados en recuperar sus papeles han encontrado obstáculos, que tienen que ver con el desconocimiento del personal que los atiende sobre el proceso a seguir.
“A pesar de que existe la lista (de 55 mil personas que pueden buscar sus documentos) y un instructivo emanado de la presidencia de la Junta Central Electoral, en algunas oficialías no se conocen bien los procedimientos y se ponen obstáculos o se interpretan las normativas”, explica.
La ONU también vigila el proceso de repatriación de extranjeros, en su mayoría haitianos, tras culminarse el Plan Nacional de Regularización. Han hecho recomendaciones a las autoridades sobre el proceso para el respeto de los derechos humanos. Aunque se han detectado incidentes, precisa que son mínimos.
Embarazo en adolescentes. Monge cita los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud (Endesa) para lamentar que se mantiene un porcentaje de embarazo de adolescentes superior al 20 %.
“Eso es muy alto, comparado con algunos países de la región, pero también comparado con algunos países de otros continentes como África. Es un tema de enorme preocupación (…) y al Estado le cuesta tres veces más atender esos embarazos que prevenirlos. Debe hacer un mayor esfuerzo para evitar que esto suceda”, dice.
Mortalidad materna e infantil. El 66 % de las muertes maternas se produce en siete hospitales del país, señala Monge, y destaca que ocurren por causas prevenibles que tienen que ver con infecciones e hipertensión.
Para 2014, se reportaron en el país 106 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, por encima del promedio de la región, que es de 80. “Con medidas económicas se podrían reducir drásticamente, por ejemplo, si se estableciera la lactancia materna exclusiva en la primera hora del nacimiento”, afirma.