WASHINGTON. Una Corte de Apelaciones de EE.UU. emitió este lunes un fallo que tumba dos medidas clave en materia migratoria de la Administración que preside Barack Obama destinadas a evitar las deportaciones de indocumentados, lo que a su vez abrió las puertas a un posible pronunciamiento del Tribunal Supremo.
La decisión del Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, con sede en Nueva Orleans, de avalar el bloqueo de dos medidas promulgadas por el presidente estadounidense y que benefician a unos cinco millones de indocumentados podría ser apelada por la Casa Blanca ante el Supremo.
Si ese fuese el caso, la pelota pasaría a estar en manos de la más alta instancia judicial del país, cuyo pronunciamiento pondría fin a años de discusiones entre demócratas y republicanos sobre las medidas de “alivio” migratorio promulgadas por Obama y que los conservadores consideran inconstitucionales.
Por dos votos a favor y uno en contra, los magistrados de la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito (con jurisdicción sobre Texas, Luisiana y Arkansas y considerada una de las más conservadoras del país) avalaron el fallo de un juez federal de Texas que en febrero suspendió las medidas migratorias.
Se mantendrá así durante por los menos varios meses (hasta que el Supremo se pronuncie si es que la Casa Blanca interpone recurso) el bloqueo a la Acción Diferida (DACA) para los jóvenes inmigrantes y su equivalente para los padres (DAPA).
DACA ha protegido de la deportación desde 2012 a más de medio millón de jóvenes que entraron al país siendo niños y DAPA, que aún no se ha puesto en marcha, beneficiaría a padres de ciudadanos estadounidenses o de residentes legales.
Los demandantes
Los demandantes contra estos programas son una coalición de 26 estados, en su mayoría republicanos, liderados por Texas y que sostienen que las medidas ejecutivas de Obama en inmigración son un cambio demasiado grande en la política del país como para que el presidente pueda actuar sin autorización del Congreso.
Por ello, exigen que estas se sometan primero a debate en la Cámara de Representantes y el Senado, actualmente controladas por los republicanos, lo que previsiblemente evitaría su aprobación.
El Gobierno, por su parte, asegura que está legitimado para actuar sin el visto bueno del Congreso y acusa a su vez a los estados de operar en un ámbito en el que las competencias son “exclusivamente” federales.
“La decisión del Quinto Circuito es una victoria ante el intento del presidente Obama de reescribir las leyes migratorias de nuestra nación en una afrenta a la Constitución”, indicó el representante republicano por Virginia Bob Goodlatte.
Por su parte, el senador demócrata por Nueva Jersey Bob Menéndez admitió que el fallo de este lunes puede ser “decepcionante para los millones que siguen atrapados en las sombras”, pero que en ningún caso es “una sorpresa”.
“El camino está finalmente libre para que la Corte Suprema de Justicia confirme la legalidad del programa de DAPA y la ampliación de DACA”, indicó el senador.
Del mismo modo que Menéndez, fueron varias las asociaciones latinas e inmigrantes que relativizaron el fallo del tribunal y urgieron al Gobierno a presentar recurso ante el Supremo.
“Es importante que la comunidad inmigrante entienda que esperábamos esta pérdida. Pedimos que Obama apele a la Corte Suprema inmediatamente”, dijo en Twitter Marielena Hincapié, directora ejecutiva del National Immigration Law Center.
“Esto es solo un contratiempo para nuestras familias. Seguiremos luchando hasta el Tribunal Supremo, donde venceremos. Urgimos a la Administración Obama a que apele sin demora esta decisión ante el Supremo”, indicó la portavoz del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM), Kica Matos.