Haití, sin presidente, tendrá que decidir quién gobernará en la transición

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PUERTO PRÍNCIPE. Michel Martelly concluyó el domingo su mandato presidencial sin entregar el poder a su sucesor tras la postergación de las elecciones. Antes de su salida del poder, el sábado se logró un acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el Parlamento para la conformación de un gobierno de transición con un mandato de 120 días que deberá organizar elecciones para el 24 de abril próximo.

Ese acuerdo político incluye que el Congreso Nacional elegirá a un nuevo presidente “en los próximos días”.

Tras la salida de Martelly, su primer ministro, Evans Paul, llamó a las fuerzas del país a unirse para facilitar la transición.

El primer ministro, a quien le quedan unos tres días en el cargo, es uno de los posibles candidatos para liderar la transición.

“Hoy es un día muy especial para el país. El presidente dejó el poder sin un sucesor, ahora a nosotros nos toca encontrar una solución”, dijo Paul en un mensaje la noche del domingo a la nación.

En ese sentido, llamó a los partidos políticos y a los parlamentarios a unirse para buscar una solución lo más pronto posible.

Gobierno de transición

La anterior ocasión que Haití tuvo un gobierno de transición fue en 2004. Aquel gobierno interino, que duró dos años, asumió el poder durante los días caóticos que siguieron al derrocamiento del presidente Jean Bertrand-Aristide durante una rebelión. Después, una fuerza de paz de la ONU llegó para estabilizar al país.

En esta ocasión, debido a la nueva crisis electoral y constitucional derivada de las disputas políticas en Haití, Martelly y los legisladores concertaron un acuerdo menos de 24 horas antes de que el mandatario dejara el cargo.

Según el acuerdo anunciado el sábado, un gobierno interino llevará las riendas del país hasta que el próximo presidente elegido asuma el poder el 14 de mayo. La ronda de desempate presidencial y legislativa fue pospuesta en dos ocasiones y reprogramada para el 24 de abril.

Se desconocía de momento cuáles eran los planes inmediatos de Martelly. Este astro del pop convertido en presidente había dicho muchas veces que quería dejar el cargo cantando arriba de una carroza de carnaval convertida en escenario y que llevara en la parte alta su nombre artístico: “Sweet Micky”.