SANTO DOMINGO. El procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, planteó la necesidad de acelerar el proceso de reforma policial, el cual debe incluir una diferenciación clara entre policía investigativa y uniformada.
Comentó que la Policía se encuentra en un proceso de reforma, “que ha durado bastante” y “ha costado mucho tiempo”.
El funcionario también sostiene que debe haber un proceso más claro de reclutamiento, donde se han producido dificultades, los sistemas de capacitación, evaluación de desempeño, responsabilidad profesional o asuntos internos, con el objetivo de evitar la corrupción y mejoría sustancial salarial.
“El que cobra dinero de peajes a un narcotraficante, es más traficante que el mismo narcotraficante, igual que el que sale a atracar, siendo oficial de policía, es más atracador que el mismo atracador”, argumentó.
De su lado, el vocero del bloque de diputados del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Elpidio Báez, reafirmó su posición de que la Policía está “contaminada”, y que hace falta que se “haga a una depuración radical” a lo interno, para recuperar la confianza de la población.
El legislador dijo que pese a valorar los operativos mixtos de policías y militares en las calles, “el problema no es la población, sino la Policía”.
“Esos operativos hay que hacerlos dentro de la Policía”, recomendó Báez, sustentado en que “quienes salen a las calles a asaltar a los ciudadanos son los policías que tienen bandas organizadas”.
Para basar sus afirmaciones, el diputado hizo referencia a casos recientes, como el asesinato de la joven Franchesca Lugo, en el que están involucrados tres agentes policiales, el asalto a varios taxistas en el sector Miraflores y la muerte de Rossy García Lebrón, de 17 años, a manos de su novio. Báez citó que en los tres casos, hubo la implicación directa de agentes del orden, como “una demostración de lo que está pasando”.
El legislador recordó que es responsabilidad del Congreso vigilar que la institución del orden realice la reestructuración que deba hacer, ya que “los niveles de confianza de la Policía están por el suelo”.
