SANTO DOMINGO. La espectacular fuga de dos pilotos franceses condenados a 20 años de prisión domiciliaria por narcotráfico, sacó a flote las debilidades del sistema de Justicia y del régimen de vigilancia para los condenados, enfrentó al Ministerio Público con el Poder Judicial, y provocó la internacionalización de la agenda del Procurador.
Francisco Domínguez Brito dijo en un comunicado que advirtieron al tribunal sobre el peligro de fuga cuando se dictó la sentencia, por lo que pidieron que se restituyera la prisión preventiva.
“Eso fue lo que permitió que los condenados transitaran sin custodia por el territorio nacional y facilitó su fuga”, explicó en el documento, ante el revuelo público que causó el hecho.
El escape de Pascal Jean Fauret y Bruno Odos en octubre, fue orquestado por un comando de antiguos compañeros de la milicia, y se realizó vía marítima.
Fueron condenados en primera instancia, en agosto, por el caso conocido como “Air Cocaine”, en donde se le ocuparon 700 kilogramos de la droga, mientras se disponían a llevarla a Francia en un avión.
Reveló, además, todo un entramado de complicidad con funcionarios franceses, incluido el eurodiputado Aymeric Chauprade. Este caso, junto al de los curas católicos Alberto Gil y Jozef Wesolowski, por pederastia, obligó al Ministerio Público a llevar una agenda combinada con organismos internacionales de justicia. En la actualidad, por gestión del Ministerio Público, sobre los pilotos, el eurodiputado Chauprade y los también franceses Christophe Naudin y Pierre Malinowski, que participaron en el escape, pesa una orden internacional de captura.
Domínguez Brito calificó el caso como una afrenta al sistema de justicia dominicano “que no podemos permitir”, y dijo que debe sentar precedentes positivos en la cooperación internacional.
El Ministerio Público no logró “convencer” a la justicia de la culpabilidad del senador Félix Bautista en la acusación que le hizo sobre enriquecimiento ilícito y desfalco a su paso por la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, y la lucha anticorrupción del procurador Francisco Domínguez Brito se quedó sin el ejemplo que buscaba. El caso, que acaparó la atención nacional por sus implicaciones políticas, también sumergió a la Justicia en una crisis, por el enfrentamiento entre el Procurador y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán.
El caso DICAN (Dirección Antinarcóticos de la Policía) explotó en 2014, pero se mantuvo vigente casi todo el 2015. Dos fiscales, el exdirector del organismo policial, y otras ocho personas fueron enviados a juicio por la jueza Wendy Martínez Mejía, en agosto pasado, acusados de sustraer un alijo de 930 kilogramos de cocaína incautado por la DICAN.
Las cuentas del Procurador y cuatro pasados miembros del Consejo Superior del Ministerio Público fueron embargadas por una fiscal cancelada que fue favorecida con una orden de reintegración. El embargo se levantó días después, luego que el Procurador interpuso un recurso.
Llamó la atención las múltiples visitas que realizó el embajador de los Estados Unidos al Procurador. La prensa reseña tres reuniones. La primera el 7 de enero, donde supuestamente trataron temas de interés común. En la segunda hablaron de corrupción, los procesos judiciales en los casos de lavado de activos, narcotráfico y sicariato, según reveló el Procurador, y la de noviembre pasado fue “para tratar asuntos relacionados al crimen organizado y el apoyo al Ministerio Público” de parte de los Estados Unidos, informó la Embajada.
El penal, ubicado en San Cristóbal, y que acoge a 3,500 reclusos, pasó este año al Nuevo Modelo Penitenciario, donde reciben comidas, vestimentas y están regulados bajo el mandato de una nueva dirección.
Gracias a la colaboración de la Fiscalía de Santiago, el sacerdote polaco Wojciech Gil fue sentenciado a siete años de prisión en su país, por abuso de menores, entre ellos, a seis dominicanos. Gil cometió sus delitos mientras ejercía de sacerdote en Juncalito, Santiago. En tanto, el caso del exnuncio en el país, Józef Wesolowski, también acusado de pederastia, no tuvo igual desenlace, debido a su repentina muerte, mientras cumplía prisión domiciliaria en el Vaticano.