La fiscalía de Panamá allanó las oficinas de Mossack Fonseca para hacer una «inspección ocular y registro» en la sede del bufete en el centro del escándalo global de evasión fiscal y lavado de dinero.
La Procuraduría informó en un comunicado que la acción se realizó en forma simultánea en las filiales de la empresa y en el centro de datos que brinda soporte informático a la empresa.
«En debida forma y sin ningún tipo de percance o impedimento», describió el comunicado.
En el texto, se señala que el objetivo de la operación era «obtener documentación que guarde relación con las informaciones publicadas en los artículos noticiosos que establece la posible utilización de la firma forense en actividades ilícitas».
Mossack Fonseca se hizo mundialmente conocida después de que más de 11,5 millones de documentos de ese bufete fueran filtrados a la prensa.
Los documentos fueron entregados hace un año por una fuente no identificada al diario alemán Suddeutsche Zeitung, en lo que constituye la mayor filtración de la historia.
Los documentos que involucran a 12 jefes de Estado actuales y pasados y más de 60 de sus familiares, además de todo tipo de personalidades políticas y deportivas demuestran como las personas adineradas y poderosas usan los paraísos fiscales para ocultar su riqueza, en operaciones que a veces se utilizan para el lavado de dinero y la evasión de impuestos.
El diario alemán compartió los documentos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), lo que permitió que un equipo de cerca de 400 periodistas de 107 medios de comunicación de 76 países.
El escándalo se ha extendido de Argentina a Ucrania, de Islandia a China y de Arabia Saudita a Reino Unido.
La divulgación de la información contenida en esos archivos ha tenido gran impacto, al punto que derivó en la renuncia del primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, tras producirse grandes manifestaciones en su país cuando se supo que él no declaró su participación en una sociedad offshore que tenía junto a su esposa.
Otros mandatarios como el presidente de Argentina, Mauricio Macri, o el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, han debido ofrecer explicaciones para aclarar las razones por las cuales sus nombres aparecen mencionados en los documentos filtrados de Mossack Fonseca.