BOSTON, Massachusetts. Los fiscales pueden investigar el teléfono celular que poseía el ex jugador de los Patriots de Nueva Inglaterra, Aaron Hernández, en busca de posible evidencia para su juicio en puerta por doble asesinato, dictaminó el viernes el máximo tribunal de Massachusetts, poniendo fin a una larga batalla legal.
Hernández entregó el teléfono su antiguo abogado en 2013, cuando era investigado por la muerte de Odin Lloyd. El ex tight end fue condenado en ese caso y cumple una sentencia de por vida.
El ex estrella de la NFL aguarda ahora el juicio por las muertes en 2012 de dos hombres que conoció en un centro nocturno de Boston. Los fiscales afirman que Hernández estaba enojado porque uno de ellos de manera accidental lo golpeó en el club y provocó que derramara su bebida. El ex miembro de los Patriots también está acusado de disparar y herir a un amigo, Alexander Bradley, para evitar que hablara sobre los homicidios.
Bradley estaba con Hernandez la noche de los asesinatos y se espera que sea el testigo principal de la fiscalía en su juicio, programado para iniciar en febrero.
Los abogados anteriores de Hernandez argumentaron que tenían derecho de quedarse con el teléfono porque el ex atleta se los dio en el momento en que buscaba asistencia jurídica mientras estaba bajo investigación por la muerte de Lloyd.
En su fallo, el Tribunal Judicial Supremo encontró que una vez que los abogados de Hernandez descargaron los contenidos del teléfono, no tienen “un propósito legítimo” para mantenerlo.
“En tales circunstancias, la retención continua de este dispositivo sólo puede entenderse como tener el efecto de ocultarlo o sacarlo de la observación de otros, en concreto de la mancomunidad”, escribió el juez Francis Spina para la corte.
Recientemente Hernandez contrató a un nuevo equipo defensor, liderado por Jose Baez, un abogado de Florida quien ganó la absolución para Casey Anthony en el asesinato de su hija. Baez no respondió de inmediato una solicitud de comentarios.