El fiscal general de Brasil acusó al presidente Michel Temer de corrupción y obstrucción a la justicia, de acuerdo con una investigación difundida ayer por el Supremo Tribunal Federal, lo que aumenta la presión para que el mandatario deje el poder.
Al mismo tiempo, documentos dados a conocer revelan que el dueño de una importante empacadora de carne dijo a fiscales que transfirió 150 millones de dólares a cuentas en el extranjero para las campañas de los ex presidentes Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva.
Las acusaciones del fiscal general Rodrigo Janot ponen en peligro la permanencia de Temer en el cargo y representan un acontecimiento extraordinario en una pesquisa anticorrupción que ha trastornado la política y prácticamente todos los ámbitos de la nación más grande de América Latina. Para Temer, un político de carrera de 76 años de edad que no fue elegido presidente, las secuelas podrían costarle el puesto. Temer, antes vicepresidente, asumió las riendas del país hace un año después de que Rousseff fue destituida mediante un juicio político acusada de manejos indebidos del presupuesto federal. El viernes en la tarde, O Globo, el periódico más grande del principal conglomerado de medios en Brasil, exigió la renuncia de Temer, lo que asestó un fuerte golpe a las posibilidades de sobrevivencia política del gobernante. El grupo de medios, que había apoyado la reforma propuesta por Temer, ejerce en general gran influencia debido a sus populares telenovelas y su participación predominante en la prensa local. La presentación formal de evidencia por parte del fiscal general es la revelación más reciente relacionada con una grabación efectuada en secreto en la que presuntamente Temer apoya el pago de dinero a un ex legislador para mantenerlo callado.
El periódico O Globo fue el primero en informar del audio el miércoles por la noche.
En un acuerdo con la fiscalía difundido como parte de varios documentos que el Supremo Tribunal Federal dio a conocer, el hombre que hizo la grabación de Temer también dijo que pagó 1.5 millones de dólares en sobornos a Temer. Janot dijo que a través de métodos legislativos e influyendo sobre investigadores de la policía, Temer y el senador Aecio Neves han intentado descarrilar la pesquisa anticorrupción “Autolavado” relacionada con la empresa estatal Petrobras. “En este sentido, hay evidencia de posible comisión del delito de obstrucción de la justicia”, escribió Janot. Como el asunto implica a un presidente en turno, el proceso es distinto a cualquier otro caso penal.