SANTO DOMINGO.- Los familiares de un vigilante privado asesinado en San Cristóbal pidieron a las autoridades policiales y judiciales que el caso no quede impune, y al mismo tiempo desarticular la banda implicada en el crimen, a la que acusan de cometer otros hechos similares en esa demarcación.
La víctima, Fausto Guarberto Vásquez Rosado, salió como de costumbre el pasado 1 de diciembre a las 6:30 de la mañana a dejar a su esposa en una parada de autobuses y luego se dirigió a otra donde tomaría una guagua que lo llevaría a su trabajo como vigilante privado, en una joyería de la Zona Colonial de la capital.
Cuando esperaba el autobús, en la carretera Sánchez, próximo a una bomba de gasolina en Hatillo, dos hombres a bordo de una motocicleta le pidieron a dos mujeres que se encontraban frente a él que se apartaran y de inmediato le hicieron un disparo en la cabeza y otro en el pecho que le causaron la muerte.
Desde el incidente está detenido como principal sospechoso un hombre identificado sólo como Esteban, alias Marinero, exnovio de una de sus hijas y quien amenazó a Vásquez Rosado de muerte luego de que días antes tuvieran una discusión.
Otro arrestado fue identificado por las autoridades como Carlos Manuel, alias El Gordo, quien también supuestamente forma parte de la banda acusada de tráfico de drogas y de cometer crímenes por encargo.
“En nombre de la familia pedimos la colaboración de las autoridades competentes para que este caso no quede impune, que los culpables sean castigados, que no sigan destruyendo más hogares y matando a personas inocentes”, expresa un documento emitido por los familiares del vigilante privado.
Los vecinos de Vásquez Rosario afirman que era un hombre trabajador, consagrado a su familia y apreciado en la comunidad donde residía.
