La demandante, María de Jesús Galeana Sánchez, de nacionalidad mexicana, acusa al matrimonio Trevi-Gómez y a una tercera persona -Amelia Gómez-, cuya relación con los primeros no se especifica, de abonarle un salario inferior al mínimo en Estados Unidos por su trabajo en la mansión.
Por ello, les reclama el abono de una cantidad compensatoria por su trabajo, el pago de una indemnización, los gastos del proceso judicial y los honorarios de su abogado.
De acuerdo con Sánchez, los acusados le tramitaron el visado para que trabajase en Estados Unidos y entre octubre de 2013 y abril de 2014 le pagaron 5.000 pesos mexicanos (unos 385 dólares al cambio de la época) cada dos semanas.
Esa cantidad, ingresada en una cuenta corriente mexicana, es inferior al salario mínimo en Estados Unidos de 7,25 dólares la hora.
Sánchez trabajó 120 horas semanales (más de 17 diarias) durante ese periodo, de acuerdo con la demanda.
De ser correcto ese dato, Sánchez debió haber percibido un mínimo de 1.740 dólares quincenales.
«La demandante llegó a Estados Unidos bajo la falsa promesa de un salario justo y un trato humano. Los demandados la engañaron conscientemente», apunta la querella presentada el pasado martes en un juzgado federal de Texas.
La demanda acusa a Trevi y Gómez de retener a Sánchez en régimen de esclavitud y en contra de su voluntad.
También les acusa de confiscarle el pasaporte para impedir que abandonara el hogar.
En el 2000, Trevi fue detenida en Brasil por secuestro, corrupción de menores y abuso sexual, aunque cuatro años después fue absuelta.
La detención marcó el declive de una exitosa carrera con la venta de millones de discos y la participación en tres películas.
Tras su excarcelación, Trevi se mudó a una mansión en McAllen (sur de Texas), ahora a la venta por unos 3,6 millones de dólares.