Eurodiputado francés admite su participación en fuga de pilotos de República Dominicana

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PARÍS, FRANCIA. El eurodiputado francés Aymeric Chauprade, del Frente Nacional (FN, ultraderecha) reconoció su implicación en la fuga de dos pilotos franceses condenados por tráfico de drogas en República Dominicana, en una entrevista publicada el jueves por el semanario Paris-Match.

Pascal Fauret y su copiloto Bruno Odos, condenados a 20 años de prisión en República Dominicana, estaban en libertad condicional sin permiso de salir del país, en espera de su juicio en apelación. Pero se fugaron de la isla caribeña la semana pasada, en circunstancias hasta ahora misteriosas.

Chauprade, cuyo nombre fue citado por los pilotos, brindó a Paris-Match su versión de esa fuga, bautizada “Dîner en ville” (Cena en la ciudad).

“El día en que fueron condenados, en agosto pasado, todos aquellos que se habían movilizado por ellos comprendieron que nunca serían liberados en un juicio en apelación. Entonces, yo plantée la idea de hacerlos escapar, en una conversación con integrantes del comité de apoyo. Éstos hablaron con Christophe Naudin, quien vino a verme y me dijo que había tenido la misma idea. Añadiendo, ‘hay que reflexionar en cómo hacerlo’”, refirió el eurodipuatado al semanario.

Naudin, especialista en criminología y en seguridad aérea, reivindicó el miércoles haber organizado “la parte operacional” de la fuga, cuyo costo fue de unos 100.000 euros, aportados por “donadores”.

Según Chauprade, se crearon “dos equipos distintos”. Uno en República Dominicana para la fuga por tierra y mar, y el otro para su regreso a Francia.

“Yo era el jefe del equipo 1 -en el orden cronológico de su accionar- y Christophe del equipo 2”, explicó.

El eurodiputado afirma haber participado en la operación para sacar de apuros a “dos compatriotas en peligro”, “por otra parte exsoldados”.

Chauprade, que fue consejero del presidente dominicano Leonel Fernández, afirmó haber actuado “gratuitamente”, al igual que los integrantes de su equipo y Naudin, y no haber mantenido el menor contacto con los “donadores”.