Los ciudadanos dominicanos en edad de votar, están claro de lo qué está sucediendo en la República Dominicana, que aquí fácilmente cualquiera pierde la vida, o por hablar mucho o por ser muy pendejo y creer en el sistema. En todos estos días la consternación no cesa, porque las candidaturas políticas a los puestos municipales, congresuales, presidenciales y otros, se han convertido en un verdadero festín de guerra, pues el pago inicia desde los partidos políticos, lugar en el cual la cuota de inscripción es sumamente costosa y ni hablar de los gastos de campaña, por esta razón, los partidos políticos se hacen rodear de gente con mucho dinero, aunque lo hayan obtenido del narcotráfico o de cualquier actividad ilícita, para ellos lo relevante es el dinero, no la moral.
El sistema financiero dominicano, gasta muchísimo dinero en una cosa que se le denomina Junta Central Electoral (JCE), eso no funciona, pues su presidente sólo da rueda de prensa para lamentarse, para quejarse, pero no para resolver los conflictos de fondo y neurálgico de los asuntos electorales que son de su competencia. Otra situación es, que el sistema creó un Tribunal Superior Electoral (TSE) y ese si es verdad que funciona poco, porque nada más responde a los intereses del gobierno, pues todo el que va ahí con cualquier acción, si no está amarrado o lo envía el partido de gobierno, se jodió. La población está clara de que los jueces más injusto del mundo, son esos jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE), también todos saben, que la violencia política se debe en parte a esos jueces, porque como se estableció como norma general un sistema de fallos injustos, amañados, ya se sabe que no hay nada que buscar ahí. Esto motiva al crecimiento de la violencia política y las muertes y agresiones físicas, porque la gente en ausencia de justicia toma venganza por sus propias manos y eso es lo que está pasando en la República Dominicana, que la población política se cansó de los miembros del Tribunal Superior Electoral (TSE) y de la Junta Central Electoral (JCE) y ahora establecieron sus propias normas, la del viejo oeste, a tiros o del paleolítico inferior, a palos y piedras, mientras esos funcionarios de la denominada JCE, y del TSE, viven la vida cómoda, comiendo lo que les da la gana, vistiendo buena ropa, ellos y sus familias, andando en buenos vehículos, con buenas cuentas de bancos, buen crédito y en consecuencia con todos los gastos pagos.
Sus amigos son incontables, y colmo hasta con pasadizos secretos y personales como el que está construyendo la Junta Central Electoral (JCE), para que sus miembros no cojan tapones, y lleguen frascos y sanos a la cena o al almuerzo, pues ya no pueden caminar por donde caminan los otros mortales pobres y súbditos, porque ellos son dioses en la República Dominicana, nación que permanece hundida por culpa de ellos, llena de violencia, agresiones y muertes políticas electorales y eso merece castigo, el mayor de los castigos, que si no lo reciben ahora, llegará el momento de que lo reciban.
Repuestaprocesal.com.do, entiende que la República Dominicana no tiene solución, que aquí ninguna institución funciona, que la Junta Central Electoral (JCE) y el Tribunal Superior Electoral (TSE) hay que cerrarlos y que sus miembros sean de inmediato enviados a los tribunales penales, para que allí le apliquen su sanción, y si aquí no hay tribunal con poder para juzgarlos, porque tienen mucho dinero e influencia, entonces que los envíen para las Hayas, que los destierren de este territorio de una vez y para siempre y liberen la nación de ese yugo opresor que propicia la injusticia.
