GINEBRA. El 60 % de los 31.500 civiles que han abandonado sus hogares en el oriente de Alepo en los últimos días a causa de la ofensiva militar del Gobierno son niños, denunció ayer Unicef.
“Unicef estima que 19.000 de los 31.500 civiles que han huido de Alepo oriental en los últimos días son niños”, afirmó en rueda de prensa el portavoz de Unicef, Christoph Boulierac.
El personal de Unicef en la ciudad ha podido hablar con algunos de los niños desplazados que les han transmitido el horror de lo vivido en los últimos años bajo sitio de las fuerzas gubernamentales.
Alepo está dividida en dos zonas, la oriental controlada por los rebeldes de la oposición armada y por milicianos del grupo yihadistas Al Nusra, y la occidental, bajo dominio del régimen de Bachar al Asad.
Por su parte, Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que desde que comenzó la última campaña de constantes bombardeos de la zona oriental de la ciudad, unas 31.500 personas han huido de sus hogares.
De éstos 31.500 huidos en los recientes días, 18.000 se han refugiado en Jibreen -una área controlada por el régimen al este del área oriental sitiada-; otros 8.500 en Sheik Maqsud -una zona al norte controlada por los kurdos-; y otros 5.000 son desplazados dentro del área bajo sitio.
“Hay que entender que Alepo oriental está sitiado y rodeado de zonas controladas por el Gobierno. Es por eso que, la gran mayoría, se han movido geográficamente hacia el este, a zonas controladas por el régimen”, especificó.
Laerke no dio detalles de cuantos habían llegado a Alepo occidental en los últimos días, si es que alguno lo hizo, aunque especificó que, de forma acumulada, esa zona de la ciudad alberga a 400.000 desplazados.
Asimismo, el portavoz dijo que el personal de la ONU en la ciudad sí que está consiguiendo atender a las personas refugiadas en Jibreen, pero no en la zona bajo control kurdo “aparentemente por problemas de seguridad”, especificó.
Con respecto a Jibreen, Adrian Edwards, portavoz del ACNUR (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados) informó que entre el 60 y el 70 % de los recién llegados eran mujeres y niños, y que está zona industrial ya no podía acoger a más personas porque de forma acumulada había 55.000 civiles albergados.
Edwards advirtió que la principal preocupación en Alepo es el estado de los edificios donde los desplazados se albergan, dado que la mayoría están semi-destruidos o en un pésimo estado.
El representante de la OCHA denunció que han recibido informes de sus socios sobre el terreno de que algunos jóvenes y hombres que habrían llegado desde la zona sitiada hasta áreas bajo control gubernamental habría sido detenidos bajo sospecha de colaborar con los rebeldes.
A otros se les habría retirado sus documentos, especificó.
Ayer, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, denunció los mismos hechos y aseguró que una de las tareas del personal de la ONU sobre el terreno sería tratar de evitar que esto sucediera.
Laerke también reiteró las denuncias de que algunas personas que intentaban abandonar las zonas rebeldes habrían sido asesinadas para evitar que lo hicieran.
Consultado sobre la propuesta rusa de establecer cuatro corredores humanitarios por los que poder evacuar enfermos y heridos de la zona oriental, y entregar asistencia vital, Laerke dijo que “se estaba discutiendo”.
“Cualquier uso de un corredor humanitario debe hacerse con las garantías de seguridad de todas las partes. Estamos trabajando en ello”, dijo, declinando hacer más comentarios al respecto.